TERUEL

Un joven fallece en Báguena en un accidente causado por un jabalí

El animal irrumpió en la vía, a la altura del kilómetro 211 de la N-234, en el término municipal de Báguena, siendo atropellado por un turismo ocupado por cuatro jóvenes de entre 18 y 20 años.

Un joven de Zaragoza, Alejandro Peiró, de 20 años, falleció en la madrugada de ayer y otros tres -Rubén T. G., de 20 años; Rocío C. S., de 18; y Víctor R. G., de 20- resultaron heridos leves como consecuencia de un accidente de tráfico provocado por un jabalí, que invadió la carretera Nacional 234 a su paso por el término municipal de Báguena (Teruel). El trágico viaje se inició en la localidad de Burbáguena -donde residen dos de los accidentados y veraneaban los otros dos- en dirección a la vecina San Martín del Río, que celebra sus fiestas patronales.

Mientras que el conductor del vehículo siniestrado, Rubén T. G., y dos de los ocupantes sufrieron heridas de escasa consideración, Alejandro sufrió lesiones que provocaron su fallecimiento. Aunque fue evacuado en una UVI móvil hasta un centro hospitalario de Zaragoza, no se pudo evitar el fatal desenlace.

Una vecina de Burbáguena señaló que Alejandro Peiró iba a ser intervenido quirúrgicamente de madrugada, pero no pudo precisar si, finalmente, la operación se llegó a efectuar. La misma fuente indicó que, tras conocerse la gravedad del accidente y que el joven presentaba fracturas en las dos piernas, "se comentó que podía quedar postrado en una silla de ruedas, aunque en ningún caso se pensó que el siniestro acabaría tan mal".

Los cuatro chicos accidentados viajaban en un turismo Volkswagen Golf GTI que, debido a la repentina aparición de un jabalí sobre la carretera, derrapó, se salió de la calzada por el lado izquierdo y chocó contra una valla. La proliferación de animales salvajes, y en especial jabalíes, en Báguena y otros pueblos de la cuenca del Jiloca ha sido motivo de reiteradas quejas de los alcaldes y de los agricultores, ante el riesgo de accidentes de circulación y debido a los daños en cultivos que esta situación comporta.

Un automovilista que pasó por el lugar del accidente pocos minutos después de que se produjera pudo ver a dos de los heridos leves con "rasguños y cortes. Uno de los accidentados se sujetaba la herida que tenía en la cabeza. En el suelo había sangre y cristales rotos". Otro de los accidentados leves, el conductor, había sido trasladado por entonces al centro de salud de Báguena para recibir cuidados médicos.

Un vecino resaltó la consternación que causó el siniestro en la localidad, de trescientos habitantes, y especialmente entre la juventud. Alejandro, a pesar de residir en Zaragoza, se desplazaba con frecuencia al pueblo de su padre, Burbáguena. La misma fuente señaló que el conductor del coche accidentado se encuentra abatido, aunque "no tiene la culpa de nada en este accidente".