TERUEL

Fomento mejora la adherencia en el tramo de la autovía Mudéjar con problemas de drenaje

El firme se ha deteriorado más de lo previsto en un trayecto de 19 kilómetros entre el puerto de Escandón y Sarrión

Reparación del pavimento en la autovía Mudéjar entre el puerto de Escandón y Sarrión.
Fomento mejora la adherencia en el tramo de la autovía Mudéjar con problemas de drenaje
jorge escudero

teruel. El Ministerio de Fomento ejecuta desde la pasada semana una actuación de "emergencia" para reparar el pavimento y mejorar la adherencia de los vehículos en un tramo de la autovía Mudéjar o A-23 que, además de un anormal deterioro del firme, presenta problemas de encharcamiento desde su inauguración debido, sobre todo, a la escasa pendiente de la zona. La intervención, que se paralizará hoy y mañana con motivo de la operación salida de las vacaciones, se extiende desde el kilómetro 86 al 105, un tramo comprendido entre Teruel y el límite con la provincia de Castellón inaugurado hace cuatro años.

 

La reparación del pavimento es una obra de ejecución rápida que no resolverá definitivamente los problemas de drenaje de la A-23 entre el puerto de Escandón y Teruel, que, desde la entrada en servicio de la autovía, obligan a reducir la velocidad en caso de lluvias copiosas a 80 kilómetros hora como máximo, como advierte la señalización. Una fuente de la Delegación del Gobierno explicó que el "proyecto definitivo" para reforzar la calzada y evitar la acumulación de agua sobre el asfalto sigue su tramitación administrativa. Incluirá la colocación de una nueva capa de aglomerado. Según anunció recientemente el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Aragón, Rafael López, el proyecto se podría iniciar antes de acabar 2009.

 

La obra de emergencia, que ejecuta la empresa Corviam, provocó el pasado jueves una oleada de pequeños accidentes en la A-23 a la altura de Escandón debido a la presencia de materiales sueltos que impactaron contra las lunas y la chapa de quince vehículos provocando daños materiales. Desde la Delegación del Gobierno anunciaron que los desperfectos serán asumidos por el seguro de la empresa que realiza la pavimentación de urgencia.

 

La presencia de materiales sueltos pudo deberse a la utilización de una mezcla de alquitrán y áridos inadecuada, lo que ha obligado a la empresa a introducir cambios en la composición para evitar nuevos incidentes en la reanudación del trabajo. Probablemente, la zona en la que se registraron los accidentes, tendrá que ser repasada para dejar el pavimento en buen estado.

 

La intervención afecta solo al carril derecho en las dos direcciones, lo que supone un total de 38 kilómetros. Se limita solo a este carril por ser el más transitado y, por lo tanto, el más desgastado y deteriorado. La operación de reparación del asfaltado se prolongará durante unos quince días tras su reanudación una vez concluida la operación salida de principios de julio.

 

Los trabajos consisten en la aportación de una capa de pavimento denominada "lechada bituminosa", más ligera que el aglomerado y de secado más rápido. Esta operación permite una mayor impermeabilización y también incrementa la adherencia de los vehículos, que, a pesar de cumplir sobradamente los mínimos legales exigidos, presenta deficiencias en caso de precipitaciones copiosas.

Pavimento deteriorado

Aunque, según la Delegación del Gobierno, es habitual que quede algún material suelto tras la aportación de una lechada bituminosa, no es normal que queden materiales suficientemente gruesos como para ocasionar daños en los vehículos que pasan por la zona.

 

El refuerzo provisional que lleva a cabo Fomento corregirá el deterioro anormalmente grave del firme en la zona del puerto de Escandón, donde ha sufrido una corrosión inesperada. Entre las causas de esta degradación acelerada podría figurar el uso de áridos inadecuados. También ha dañado el pavimento la utilización frecuente de sal para deshacer la nieve y el hielo en la zona, muy elevada y proclive a las nevadas y a las heladas durante todo el invierno.

 

La reparación urgente del pavimento no obliga a cortar la circulación porque solo afecta a uno de los dos carriles en cada sentido de marcha, quedando uno siempre libre para los vehículos. La empresa encargada, Corviam, goza de una larga experiencia en este tipo de obras.