TERUEL

El pantano de las Parras recibe, por fin, el visto bueno medioambiental

Satisfacción en la Cuenca Minera por el impulso al proyecto, demandado desde hace 30 años.

El río Martín, en la foto, quedaría regulado con el pantano de las Parras.
El pantano de las Parras recibe, por fin, el visto bueno medioambiental
ANTONIO GARCÍA

Los pueblos de la Cuenca Minera Central han recibido con satisfacción la reciente declaración favorable del estudio de impacto ambiental del pantano de las Parras, una infraestructura demandada desde hace casi treinta años que asegurará el abastecimiento urbano de la población, pero también su uso industrial.

 

Después de la incertidumbre que ha sembrado en la comarca la pérdida de 336 puestos de trabajo en poco más de un año, la aprobación ahora de uno de los trámites más largos del proyecto del embalse ha supuesto un alivio para los alcaldes, que siempre han mostrado su inquietud por que la captación de nuevas industrias se viera obstaculizada por la escasez de agua. De hecho, actualmente existen dificultades para garantizar el suministro a todas las empresas de la zona, y Casting Ros, la de mayores dimensiones, precisa de grandes consumos para el proceso de refrigeración.

 

El presidente de la Comarca Cuencas Mineras, Francisco Altaba, manifestó que, si bien la tramitación no ha concluido, la aprobación del expediente más costoso hace concebir esperanzas de que el final del proceso esté más cerca. "Ha habido muchas dificultades -señalaba Altaba-, la principal, la falta de financiación, pero ahora hay expectativas de que la adjudicación de la obra se produzca en noviembre de este año, de modo que los trabajos puedan comenzar en 2010".

 

El pantano de las Parras fue al principio una iniciativa de los regantes de Martín del Río y de Montalbán, pero luego se contempló la idea como un proyecto de desarrollo con el que garantizar el agua para el consumo de boca y mejorar las expectativas industriales de la comarca. Al mismo tiempo se vio que el embalse era necesario para mantener el caudal ecológico. En estos momentos, y debido a las tomas que se efectúan a lo largo del recorrido, el río ha llegado a secarse en verano en algunos tramos.

 

El embalse, obra incluida en el Pacto del Agua de Aragón, supondrá una inversión de casi 15 millones de euros. Ejecutada por la Sociedad Estatal Aguas de la Cuenca del Ebro S. A., ACESA, el proyecto plantea un pantano de 5,8 hectómetros cúbicos de capacidad. Uno de los motivos que ha influido en el retraso del proyecto fue el cambio de ubicación de la infraestructura hidráulica, en principio concebida en el término de las Parras del Martín, un barrio pedáneo de Utrillas. Problemas geológicos y de capacidad hicieron que se desestimase este emplazamiento y en su lugar se optará por el paraje conocido como el Pajuzo, a 5 kilómetros del núcleo urbano de Martín del Río.

 

En la Cuenca Minera coinciden en afirmar que la presa, que se construirá en materiales sueltos y tendrá una altura de 53 metros y una longitud de 254 metros, mejorará la situación del polígono comarcal de Montalbán, afectado en estos momentos por carencias de suministro y, sobre todo, por la falta de calidad del mismo. "Su abastecimiento procede de manantiales subterráneos, por lo que el agua contiene mucha cal y en ciertas épocas del año aparecen sulfatos", explicaba Altaba.

Javier Carbó, alcalde de Escucha -municipio en el que el suministro de la central eléctrica se debe realizar a través de una captación procedente de Palomar-, contempla el pantano como "un importante proyecto para el desarrollo de la comarca". A su juicio, al margen de la mejora de los abastecimientos para el consumo de los núcleos de población, las Parras supondrá un apoyo a la industrialización.

 

Escucha lucha ahora por consolidar empresas después del cierre de Conect y Athenia, con cien trabajadores entre ambas. Una empresa logística, de empaquetado, con 10 puestos de trabajo, acaba de asentarse en dos de las naves industriales del Ayuntamiento. Carbó cree, no obstante, que la escasez de agua puede hipotecar el crecimiento empresarial, ya suficientemente dañado por la crisis económica.

 

Para adelantar los trámites, hace cuatro años se constituyó la comunidad de usuarios del pantano, integrada por los regantes de Martín y Montalbán; por los Ayuntamientos de estos dos municipios y por los de Escucha y Utrillas. El objetivo es diseñar una estructura de reparto de caudales, en la que ya está trabajando la Confederación Hidrográfica del Ebro. Se ha concluido, asimismo, la redacción del proyecto de suministro de agua a las poblaciones, una actuación que supondrá una inversión complementaria de 7 millones de euros. Francisco Altaba considera que lo más adecuado sería la construcción paralela de ambas obras con el fin de que estuvieran listos el pantano y las canalizaciones al mismo tiempo.