ECONOMÍA

Monreal del Campo, símbolo del progreso en la provincia, vive ahora asfixiado por la crisis

Todas sus grandes empresas se encuentran sujetas a expedientes de regulación de empleoEl alcalde y el sector empresarial mantendrán una reunión en la DGA para buscar ayudas

Hasta hace un año, Monreal del Campo era un ejemplo del progreso en la provincia. Con dos de las más importantes empresas asentadas en Teruel en su término municipal, que generaban unos quinientos puestos de trabajo, y un dinámico polígono industrial, el municipio se había convertido en un modelo a seguir por otras localidades.

 

Ahora la situación ha cambiado radicalmente: las dos industrias, Pyrsa -dedicada a la fabricación de piezas para maquinaria de obras públicas- y la cárnica Los González están sujetas a sendos expedientes de regulación de empleo. Una tercera, Escaleras Yuste -con gran implicación en el pueblo- no ha renovado el contrato a una docena de trabajadores. Esta fábrica, de carácter familiar, había realizado recientemente una importante inversión en una nave de última generación.

 

A estos problemas hay que añadir que el proyecto de instalación de una fábrica de repostería permanece paralizado, y, por si fuera poco, Vitro Teruel, empresa participada por Savia Capital -la firma de capital riesgo impulsada por la DGA- resultó un fiasco hace ya dos años.

 

La crisis, no obstante, como en el resto del país, se ha ensañado en mayor medida con el sector de la construcción del municipio de la cuenca del Jiloca. De hecho, cuatro promociones de viviendas, cuyas previsiones eran levantar un total de 30 pisos, se encuentran en estos momentos interrumpidas. Esta circunstancia ha supuesto la pérdida de entre 80 y 100 puestos de trabajo, la mayoría ocupados por ciudadanos rumanos, polacos y marroquíes.

 

Si hasta 2007, la demanda de nuevas casas crecía sin parar, y el mercado de los alquileres era muy deficitario, ahora, según afirma el alcalde, Jesús Allueva, "sobran pisos y el precio del alquiler ha caído entre un 20% y un 30%".

El censo se mantiene

Pese a todo, el censo se mantiene en Monreal del Campo en sus más de 2.800 habitantes, porque, a juicio del primer edil, "como las plantillas de las empresas se conservan, solo están acogidas a EREs, la gente prefiere esperar a que cambie la situación". Es más, se ha producido un curioso fenómeno: la población inmigrante, que supone en torno a un 20% del total del padrón municipal, ha crecido con respecto a hace dos años. En diciembre de 2007, había 525 personas extranjeras censadas en Monreal y a fecha de ayer, 577.

 

Jesús Allueva sostiene que los trabajadores extranjeros se encuentran "muy integrados en el pueblo", lo que incide en su interés por continuar residiendo en el pueblo.

 

Para tratar de buscar una solución al problema que acosa al pueblo, el alcalde de Monreal del Campo ha solicitado una reunión con el consejero de Industria, Arturo Aliaga, para las próximas semanas. Con el encuentro, al que asistirán, además, representantes del sector empresarial, se pretende recabar el apoyo del Gobierno de Aragón. "Estudiaremos qué medidas se pueden adoptar para frenar el declive económico y ayudar a las empresas que presentan mayores dificultades", explicaba Allueva, quien, no obstante, se mostraba confiado en que la crisis "comience a remontar a finales de este año".