TERUEL

Continúa la oleada de robos en la Comarca del Matarraña

Continúa la oleada de robos en la Comarca del Matarraña

Tras las sustracciones registradas en distintos puntos de la zona a finales del año pasado, esta vez han sido seis almacenes del polígono Torre Sancho de Valderrobres y al menos tres masías próximas los que fueron allanados durante la noche del miércoles al jueves. Los ladrones se llevaron varios vehículos, maquinaria y herramientas.


Un operario de la Comarca fue quien dio la voz de alarma. A las 3.00, el trabajador acudió al almacén que la institución comarcal posee en el polígono para buscar el material que necesitaba para desarrollar su labor. Al acercarse para abrir la puerta de la nave, se percató de que había sido forzada y se dio cuenta de lo que había pasado. “Iba a buscar un camión para dar el servicio de recogida de basuras, cuando se encontró con que el bombín estaba destrozado”, afirmó el presidente de la Comarca,_Carlos Fontanet. Cuando la Guardia Civil acudió al lugar del delito, los agentes constataron que las puertas de varias naves industriales cercanas al almacén también habían sido forzadas durante la misma noche.


De esta nave sustrajeron una furgoneta de la marca Renault, modelo Space. Además del vehículo, también se llevaron todos los útiles para la limpieza forestal que había en el interior. Las llaves de la furgoneta estaban en la guantera, por lo que les resultó fácil poner en marcha el coche que, supuestamente, pudieron utilizar para la huida tras cargarlo con el resto del material sustraído.


Los ladrones emplearon el mismo método para acceder al interior de todas las naves industriales en las que robaron. La mayoría de las puertas del polígono son de chapa con una cerradura sencilla, por lo que los atracadores solo tuvieron que forzarlas con una palanca hasta reventar el bombín. Una vez dentro, escogieron para llevarse, sobre todo, material de construcción y pequeñas herramientas. Los instrumentos más fáciles de vender en el mercado negro.


En el botín sustraído destacan un quad y una moto. Este último vehículo fue abandonado durante la huida. Todavía se desconoce si los ladrones lo dejaron atrás porque les dificultaba la escapada o porque era demasiado viejo y no funcionaba correctamente. Después de forzar las seis puertas, solo robaron en cuatro de las naves.


Todas las empresas están ubicadas en la misma calle del polígono. Se trata de la vía más alejada de la localidad, ubicada junto a una granja y una gran extensión de tierra en la que existen varias masías de las que al menos tres, según trabajadores del polígono, también fueron asaltadas. La proximidad entre sí de los establecimientos allanados, junto con su lejanía del centro del polígono y de la población, facilitaron el golpe, ya que, a pesar de entrar en seis naves y llevarse material pesado, nadie vio ni oyó nada.


Los ladrones escaparon por un campo de propiedad privada. Circularon de forma paralela a la carretera hasta que encontraron una salida a la vía. Las rodadas del vehículo en el que huyeron todavía podían verse impresas sobre el barro ayer. Nada más sobrepasar la granja próxima al polígono, los delincuentes se deshicieron de algunos artículos sustraídos, como la citada moto, que la Guardia Civil recogió como prueba al día siguiente.


Los trabajadores denuncian una falta de seguridad en el polígono, ya que en agosto, varios almacenes de la zona también fueron robados. Algunas empresas, como es el caso de Segurana, incluso han sido víctimas de las sustracciones en ambas ocasiones. De momento, no se tiene ninguna pista sobre los ladrones. Se desconoce cuántas personas fueron necesarias para llevar a cabo los robos y tampoco se tiene conocimiento de su paradero, aunque la Guardia Civil investiga el caso.


“Hace cinco años la comarca era un lugar muy tranquilo”, afirmó Carlos Fontanet. El presidente comarcal explicó que no se producían robos reseñables sino, más bien, algún acto vandálico aunque el número era considerablemente más reducido. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, los robos organizados a comercios, naves industriales y entidades bancarias han aumentado.


“Necesitamos la colaboración de todas las administraciones para disponer de más medios con los que reducir este tipo de actuaciones”, indicó el presidente comarcal, quien explicó que este tipo de actos pueden echar a perder el esfuerzo de los empresarios de la zona, desmotivarles y, aumentar la inseguridad ciudadana. Un vecino criticó la situación y se lamentó de que, a su juicio, “la Guardia Civil parece más preocupada por multar a los coches que aparcan mal en la plaza que por vigilar el polígono industrial”.