SUCESO

Una deuda de 8.000 euros, posible origen del tiroteo de Castellote

El herido continúa ingresado en la UCI con pronóstico estable dentro de la gravedad. El agresor fue trasladado a Alcañiz para declarar y pasar a disposición judicial

Los apenas 800 vecinos de Castellote intentaban ayer recobrar la tranquilidad y formaban corrillos comentando lo sucedido.
Una deuda de 8.000 euros, posible origen del tiroteo de Castellote
JAVIER ZARDOYA

Los vecinos de Castellote intentaban ayer recuperar la tranquilidad y volver a su vida normal tras lo sucedido el pasado martes, cuando uno de sus vecinos, Lázaro Aranda, de 50 años y fontanero de profesión, disparó a Javier Alloza, un mecánico de 36 años. Con cierta extrañeza y expectación por la atención mediática del suceso, los residentes en la localidad turolense formaban corrillos comentando el suceso acaecido entre dos de sus vecinos. Aranda, en estado grave pero estable, permanece ingresado en la UCI del hospital Miguel Servet de Zaragoza.

La mala relación previa que mantenían los dos implicados parece haber roto definitivamente las barreras del hermetismo, y se ha convertido en el principal tema de actualidad en los bares y lugares de encuentro en el municipio. Muchos de los vecinos coincidían en que en ningún momento podían pensar que sucediese algo así. "Eran muy buenos chicos los dos, pero no se llevaban bien", apuntó Manuel Giner, un anciano que suele pasar las mañanas en la plaza del pueblo.

 

Javier Alloza y Lázaro Aranda habían tenido más que palabras en ocasiones y habían llevado sus disputas hasta los tribunales. Aranda se encontraba inmerso en estos momentos en una segunda demanda judicial ya que pese a que con la primera el juez le dio la razón, no había conseguido que Alloza pagase la deuda contraída.

 

La deuda se remonta varios años atrás y asciende a alrededor de unos 8.000 euros por diversos trabajos realizados de electricidad y fontanería en la casa que se construyó en la parte de atrás de la nave donde tenía el taller mecánico. "Antes vivía de alquiler en una vivienda del pueblo, pero al hacerse la casa se trasladó a la parte de atrás del almacén", explicó un vecino del pueblo que prefirió mantener su anonimato.

 

Este vecino reconoció que el herido también le debía a él dinero, pero que había optado por olvidarse de la deuda "para no darme mal". Pese a que escuchó en alguna ocasión que ambos se habían amenazado, no pensó "en ningún momento" que pudiese llegar a estos términos.

 

"Yo le había reclamado también en alguna ocasión el dinero que me debía, y siempre me decía que me esperase, porque se había quedado sin un duro tras la separación de su primera mujer", apuntó este vecino. "Si lo hubiese pensado un momento no lo hubiera hecho, fue un arrebato ilógico", concluyó.

 

También otros vecinos reconocen que el agresor era una persona "normal" que "nunca había dado que hablar". Rubel Solsona, un anciano de la localidad, reconoció que era 'vox populi' que los implicados tenían "una mala relación", ya que el herido debía "bastante" dinero al agresor. "Discutían muchas veces porque eran vecinos de nave y alguna vez que otra se habían dicho de todo, pero antes de llegar a eso?", apunta Solsona, que cree con pesadumbre que "ahora son dos familias y seis hijos quienes tendrán que pagar por sus errores".

 

De "tensa" calificaron la relación que mantenían agresor y víctima otros vecinos de la localidad, como José Luís Castañer. Por su parte, Manuel Giner, también conocía a los dos implicados y considera que el agresor "perdió la cabeza e hizo lo que no haría nunca". Otros vecinos, como Carlos Gascón, se enteraron por la noche de lo sucedido. Y reconoció que mantenía "poco trato" con ellos aunque los conociese a ambos.

 

El arma del delito también sigue dando que hablar. En Castellote existe mucha afición a la caza, según contaban ayer sus vecinos, pero lo extraño es que el agresor tuviese un revólver. "No entiendo de dónde lo pudo sacar porque escopetas hay en todas las casas, ¿pero una pistola??", se preguntó Solsona.

 

El suceso tuvo lugar a las tres menos cinco de la tarde del pasado martes en el momento que la víctima se disponía a llevar a su hijo en coche al colegio público de la localidad. Cuando ambos montaban en el vehículo, ubicado en la calle Mirador del Maestrazgo del polígono industrial, el agresor asestó un golpe con una pata de cabra metálica a la víctima y, posteriormente, cuando salía del coche, le disparó en el abdomen con un revólver mientras el hijo del agredido, de tan solo 6 años, presenciaba los hechos.

 

Posteriormente, el agresor huyó del lugar de los hechos a un campin alejado varios kilómetros, pero un amigo suyo que lo regenta le convenció para que se entregase a la Guardia Civil, que ya había acudido a Castellote y organizaba el operativo sanitario.

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