El Gobierno de Aragón está dispuesto a asumir las pérdidas del aeródromo de Caudé para lograr fichar un operador para las instalaciones. Esta medida se aplicaría de forma temporal para ayudar en la fase crítica de la explotación, dado que se confía en que el proyecto industrial sea viable y rentable dado el mercado potencial en Europa para el estacionamiento de larga estancia de aeronaves y la industria del reciclaje.

Fuentes oficiales de la DGA señalaron a este diario que los técnicos de Obras Públicas ultiman un nuevo pliego de condiciones a la carta para licitar la gestión del aeropuerto en el primer trimestre del próximo año, tras haber quedado desierta la primera convocatoria hace un año. El propio director general de Transportes, Simón Casas, destacó en las Cortes de Aragón a finales de noviembre que las nuevas condiciones serán “más ambiciosas y flexibles” para ajustarse mejor a las necesidades operativas de las empresas.

Incluso se estudia la creación de una sociedad mixta para dar garantías a las empresas sobre la solidez del proyecto, cuyas obras se adjudicaron hace un mes. “Se están analizando todas las posibilidades. Las empresas quieren garantías de que lo público está detrás porque es un proyecto complejo”, subrayaron.

El perfil de las firmas interesadas

Los contactos con empresas del sector se mantienen con sigilo y han entrado en su fase final. El número se ha ampliado finalmente hasta seis, dos de las cuales son extranjeras y con experiencia en el mantenimiento y reciclaje de aviones. Con todas se están discutiendo la viabilidad y las características del negocio, así como las necesidades que ven para explotar el aeropuerto con el fin de cerrar el pliego de condiciones. “Se ha sondeado el mercado y todos los empresarios coinciden en que el de Caudé es un proyecto difícil, pero ilusionante”, añadieron.

Las citadas fuentes de la DGA indicaron que una de las dos empresas “de ámbito internacional” interesadas tiene participación en instalaciones similares en Estados Unidos. Este país tiene el mayor complejo civil del mundo de estacionamiento de aviones, en el desierto californiano de Mojave, donde se cobra 550 euros al mes por cada aparato aparcado. La segunda pretendería desarrollar cualquier de las posibilidades de negocio del aeródromo.

De las otras cuatro empresas nacionales, dos tienen experiencia en el reciclado de materiales “y desean entrar en el mantenimiento de aviones”.

La DGA está decidida a reunir a los empresarios interesados para que analicen la posibilidad de unirse en la gestión del aeródromo de Caudé, ya que tienen negocios complementarios que permitirían cuadrar los números de la explotación. Sin embargo, no se descarta que una de ellas asumiera todo en el concurso.

Una de las cuestiones que más atrae a estos potenciales operadores son las condiciones que reúne Teruel, con un espacio aéreo prácticamente virgen, y las propias características del futuro aeropuerto: será casi de uso exclusivo para el operador, que podrá hacer frente a casi cualquier actividad en las 300 hectáreas que tendrán las instalaciones porque no habrá tráfico comercial que atender.

De esta forma, cabe explotar, como está previsto, todo tipo de actividades relacionadas con el estacionamiento, mantenimiento y reciclaje de aviones, pero también negocios de formación aérea y la organización de prácticas y ensayos para aerolíneas y empresas constructoras, como Airbus, y aerolíneas.

El aeropuerto de Zaragoza recibe periódicamente visitas de compañías que necesitan formar a sus pilotos o renovar sus calificaciones, para lo que desplazan su personal y aparatos para efectuar entrenamientos. Estas pruebas se suelen realizar los fines de semana, cuando decae el tráfico aéreo. Mac Aviation ya intentó entre 2002 y 2005 explotar este tipo de negocios en la capital aragonesa, pero acabó cerrando. Llegó a firma un acuerdo con el gigante europeo British Aerospace, que aparcó una veintena de aviones en la plataforma de estacionamiento de aviones.