TERUEL

Una plaga de termitas invade quince viviendas de Villafranca del Campo

En tres casas, se han tenido que realizar actuaciones de consolidación o de reposión de la madera dañada. Eliminar los insectos para detener la invasión cuesta 20.706 euros.

Una plaga de termitas ha invadido quince casas de Villafranca del Campo, cuatro de ellas habitadas de forma permanente. El problema afecta a todas las construcciones situadas en un tramo de trescientos metros de un lado de la avenida de La Virgen. El ataque de los insectos devoradores de madera -de aspecto y tamaño similares a las hormigas pero de color blanco- ha provocado graves daños estructurales en los edificios, tres de los cuales han tenido que ser sometidos a reformas para cambiar vigas y otros elementos de madera dañados por materiales más resistentes.


El Ayuntamiento, desbordado por un problema que amenaza con extenderse por todo el pueblo, ha solicitado ayuda a la DGA, la Diputación Provincial y la Comarca de Teruel para conseguir los fondos necesarios para acabar con la plaga. El proyecto de erradicación elaborado por una empresa especializada, Arepla, prevé una inversión de 20.706 euros.


El alcalde, Miguel Ángel Navarro, reconoció ayer que se enfrente a un "problema complicado". Además, la inquietud vecinal va en aumento, sobre todo entre los propietarios de las casas más próximas a la zona infectada. "El dueño de la vivienda que limita con el tramo donde se han detectado las termitas me pregunta todos los días cómo vamos a resolver la situación", dijo Navarro. Un bando municipal instó a los vecinos a inspeccionar sus domicilios y, en caso de detectar la presencia de los insectos, comunicarlo de inmediato.


El ataque de las termitas convierte las vigas, los marcos de puertas y ventanas y todos los elementos de madera en carcasas huecas, aunque, aparentemente, no muestren ningún deterioro en su aspecto externo. Francisco Segura explicó que en la casa de sus abuelos se dieron cuenta de la presencia de la plaga, "cuando aparecieron termitas al limpiar el polvo". A continuación, comprobaron alarmados que había galerías excavadas en el yeso para acceder a las vigas y que estas estaban completamente destrozadas. Tuvieron que hacer reformas por importe de 18.000 euros.


El alcalde señaló que, aunque el Ayuntamiento detectó el problema el pasado verano, los destrozos causados por la plaga se podrían remontar a varios años. Según indicó, hace tres años el primer afectado combatió por su cuenta el problema -embadurnando la madera infectada con gasóleo- sin comunicarlo al Consistorio. Esteban Valero, propietario de una vivienda infectada, explicó: "Hace tres años cambié los marcos de puertas y ventanas y hace cinco o seis días me di cuenta de que se los habían comido por dentro". Ha tenido que hacer reformas para sustituir o reforzar la madera dañada. Unos corrales cercanos que nadie ha reparado empiezan a derrumbarse por efecto de la voraz plaga, que se extiende imparable a través de las galerías que excava bajo tierra.