TERUEL

Vecinos de Concud quieren alejar la cementera a 15 kilómetros

Los vecinos de Concud -pedanía de Teruel- que se oponen a la construcción de una cementera a 2 kilómetros del pueblo reclaman que el emplazamiento se aleje a 15 kilómetros de cualquier casco urbano para evitar posibles afecciones a la salud de la población. Los críticos con el proyecto industrial han constituido una asociación y reclaman que, una vez que han dado la "alerta", sean los partidos políticos, las instituciones y los agentes sociales los que asuman la labor de trasladar la fábrica de cemento a un lugar "más apropiado".


El portavoz de la asociación de afectados, Fernando Belenchón, explicó que los contaminantes que emitiría la cementera afectarían a un radio de 15 kilómetros y podrían tener un impacto muy negativo para la salud de los vecinos de Concud y de la propia Teruel, que se sitúa a 5 kilómetros del emplazamiento proyectado para la fábrica. Belenchón afirmó que los vientos dominantes en la zona empujarán las emisiones de polvo y humo hacia Teruel, y en concreto hacía la zona de Las Viñas y el Planizar -donde está proyectado el nuevo hospital de la ciudad-.


Los vecinos denunciaron también el "desastroso" impacto visual de la cementera a las puertas de Teruel y la destrucción de un encinar por la cantera de caliza asociada a la fábrica. La asociación de afectados considera que la provincia dispone de abundantes reservas de caliza como para encontrar otro emplazamiento para la fábrica a más de 15 kilómetros de un casco urbano.


Fernando Belenchón señaló que la gran mayoría de los partidos y agentes sociales con los que se han reunido los vecinos han manifestado su rechazo al emplazamiento de la cementera. El alcalde, Miguel Ferrer, se mostró partidario, no obstante, de no pronunciarse hasta que el INAGA concluya el trámite de autorización medioambiental.


La Federación de Asociaciones de Vecinos San Fernando emitió ayer un comunicado en el que se pronuncia "rotundamente en contra del lugar elegido" para ubicar la cementera. El proyecto supondría una inversión de 150 millones de euros, que generarían 150 empleos directos.