TERUEL

La DGA estudia rentabilizar el tren a Zaragoza eliminando paradas

Para evitar que los convoyes se detengan hasta en veinte ocasiones, propondrá trasladar a los viajeros de municipios pequeños en autobuses lanzadera a estaciones próximas.

El Gobierno aragonés estudia poner autobuses lanzadera que trasladen a los viajeros de los municipios con pequeños apeaderos en la ruta ferroviaria Teruel-Zaragoza hasta una estación próxima más importante en la que puedan coger igualmente el tren. La medida reduciría el número de paradas de los convoyes acortando el tiempo de viaje entre las dos capitales aragonesas -distantes 170 kilómetros-, que ahora ronda las dos horas.


Según explicó ayer el director general de Transportes de la DGA, Simón Casas, esta solución podría ser planteada a los alcaldes de los municipios pequeños con el objetivo de que estos manifiesten también su opinión. "No queremos imponer ninguna medida, queremos hablarlo con todos ellos y ver si están de acuerdo", indicó Casas.


El pasado mes de junio, el director general de Transportes mantuvo una reunión con representantes de Renfe -se encarga del material rodante- y de Adif -se ocupa de las infraestructuras ferroviarias- en la que se analizó la situación de la línea Teruel-Zaragoza. En el encuentro se puso de manifiesto el objetivo común de "sacar fruto" a la inversión que se ha hecho para modernizar el corredor, cuyas obras aún no han terminado.


El Gobierno aragonés, que paga a Renfe para que mantenga el servicio entre Teruel y Zaragoza al ser deficitario, quiere reducir el coste de la subvención, algo que sería posible -explicó Casas- si se incrementase el número de viajeros. "Por cada nuevo pasajero que llega a la línea, dejamos de pagar entre 10 y 12 euros", indicó el responsable de Transportes de la DGA.


Simón Casas destacó que, una vez concluyan las obras de transformación de la vía en velocidad alta, algo que podría ocurrir el año que viene, la principal dificultad que presentará la línea Teruel-Zaragoza para su rentabilidad será el elevado número de paradas que deberá hacer el tren en las localidades. "Hay tramos en los que la máquina tiene que empezar a frenar cada tres minutos", explicó Casas.


El director de Transportes señaló que, tras las obras, "habrá que revisar la situación, reflexionar y estudiar un transporte alternativo para los viajeros de localidades pequeñas". Destacó que incluso las estaciones grandes entre Teruel y Zaragoza registran una media de usuarios muy baja. Es el caso de Calamocha, con cuatro viajeros diarios por tren de media.