TERUEL

Las viejas fuentes, un nuevo recurso

Las fuentes y lavaderos han sido tradicionalmente puntos donde se realizaban algunas labores domésticas básicas. El progreso trajo su abandono, pero un taller de empleo del Bajo Aragón trabaja en su restauración para rentabilizarlos como reclamo turístico.

La Comarca del Bajo Aragón conserva un importante patrimonio hidráulico que constituye uno de sus principales atractivos turísticos y que va a poder ser visitable gracias a un taller de empleo de recuperación de fuentes y lavaderos históricos. Para la puesta en marcha de este proyecto, la institución comarcal cuenta con una subvención de 300.000 euros del INAEM y con la colaboración de los ayuntamientos, que aportan los materiales de las obras.


El taller quiere "promover acciones que sirvan como motor de desarrollo de las poblaciones rurales a nivel económico y de recursos humanos", según explicó Javier Figuerola, consejero comarcal de la Agencia de Desarrollo Local y Empleo de la Comarca del Bajo Aragón.


En estos momentos, los alumnos trabajan en la rehabilitación de los complejos de Torrevelilla y La Cerollera. El campo de trabajo está compuesto por 16 operarios que se encontraban en situación de desempleo y que mediante este proyecto se introducen de nuevo en el mercado laboral y aprenden el oficio de albañil. "Una de las finalidades consiste en lograr que estos empleados tengan una salida laboral cuando terminen su formación", detalló Romero, director del taller.


Los alumnos reciben formación práctica y teórica sobre albañilería y prevención de riesgos laborales, que complementan además con un cursillo de informática y de primeros auxilios. Los 16 empleados están divididos en dos grupos que trabajan en diferentes zonas de la comarca.

Durante esta semana uno de los grupos del taller ha terminado la restauración de la fuente, el abrevadero y el lavadero de Torrevelilla. Un complejo hidráulico que data del año 1900. "Se trata de una de las actuaciones más costosas. Hemos estado trabajando alrededor de dos meses. Se ha reformado toda la techumbre, se han colocado cañizos nuevos, se ha esparcido una capa de mortero encima y se ha vuelto a retejar", explicó Diego Romero.


Asimismo, se han lucido los muros perimetrales y se han restaurado las pozas del lavadero, que se encuentra en el interior del municipio, junto a la iglesia, y hasta no hace muchos años era utilizado por algunas mujeres del lugar. "A pesar de lo que pueda pensar la gente, el lavadero de Torrevelilla todavía tiene vida útil. Muchas mujeres acuden a estas instalaciones a lavar la ropa tal y como lo hacían antaño. Es realmente gratificante comprobar cómo, a día de hoy, se siguen manteniendo algunas de las costumbres de nuestros mayores", dice Romero.


Otro grupo de trabajo se encuentran trabajando en la Font de Baix de La Cerollera, un complejo construido a principios del Siglo XX y que se encontraba en "muy mal estado", según Romero. En esta localidad los trabajos consisten en rehabilitar el antiguo lavadero y la fuente. La actuación principal es la de mejorar los accesos que se encontraban prácticamente invadidos por la vegetación de la zona. "Era realmente difícil llegar a este paraje. Había una capa de maleza que impedía el paso", apuntó el director del taller.


Los trabajadores están embaldosando parte del camino que lleva del pueblo al lavadero. "Utilizamos piedra rústica para adecentar el acceso. La intención es darle un aspecto en consonancia con la edad de la obra. No podemos hacer algo moderno porque se acabaría con la esencia de este lugar", aseguró Miguel Clavería, uno de los trabajadores. Además también se están luciendo la techumbre y los muros de la fuente.


Si todo va según lo previsto, se espera que a mitad de agosto concluyan las obras en La Cerollera. "Cuando acabemos aquí, nos tomaremos unas vacaciones y luego seguiremos con el plan previsto. Terminaremos los trabajos en Mas de las Matas, Alcañiz y Aguaviva, entre otras localidades. El taller de empleo concluirá a finales de noviembre".


Entre los alumnos que restauran la fuente-lavadero de La Cerollera se encuentra el matrimonio formado por Miguel Clavería y su mujer. Ambos trabajan codo con codo adecentando el acceso al complejo. "Aunque la albañilería es un trabajo arduo y duro, las mujeres se desenvuelven a la perfección. En este tipo de labores muchas veces también prima más la maña que la fuerza física. La verdad es que se desarrolla un proyecto encomiable", dice Clavería.


La Comarca del Bajo Aragón quiere crear una ruta de fuentes históricas cuando acaben los trabajos. "Barajamos la posibilidad de crear un recorrido turístico que recorra todas las obras que llevamos a cabo. Pero eso será una vez que estén terminados todos los trabajos. El agua está de moda con la Expo y nos sumamos con iniciativas como esta", afirmó Javier Figuerola.


Aunque también es muy probable que cuando acabe este taller, se acometa una segunda fase que abarque trabajos de rehabilitación de fuentes en localidades que no han podido incluirse en el proyecto inicial. Se añadirán así a la posible ruta municipios como Foz Calanda, La Ginebrosa, La Mata de los Olmos, Los Olmos Calanda o Castelserás.