TERUEL

La unión del comercio hace la fuerza

El Centro Comercial Abierto de Teruel, que aglutina a 182 establecimientos y profesionales, acaba de recibir un premio de la asociación de gerentes de centros urbanos de España por la dinamización del Centro Histórico con intervenciones públicas y privadas.

El Centro Comercial Abierto (CCA) de Teruel, que aglutina a 182 establecimientos y profesionales, ha conseguido en solo cinco años de funcionamiento revitalizar el Centro Histórico como una zona comercial atractiva para la población. Además de ofrecer una serie de servicios complementarios a los compradores -vales para aparcamiento, concursos, actividades de animación de calle, reparto a domicilio y pago aplazado-, ha modernizado la imagen de los establecimientos y los ha dotado de una organización capaz de competir con los centros comerciales convencionales, que, tarde o temprano, acabarán por llegar a la ciudad. De hecho, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento ha iniciado la tramitación del proyecto Parque Turia, un complejo de tiendas y ocio a las afueras de la ciudad.


La labor modernizadora del CCA recibió el pasado martes el premio de la Asociación Española para la Gerencia de los Centros Urbanos (AGECU) en un congreso sobre comercio urbano celebrado en Málaga. Fue elegido entre los trescientos centros comerciales abiertos de España por la "gestión común e integrada de un área comercial urbana a partir del compromiso de los agentes públicos y privados implicados".


El gerente del CCA de Teruel, Rodolfo Pangua, señala que los comerciantes son "conscientes" de la necesidad de unirse para competir y mejorar su oferta. El 90% de todos los establecimientos del Centro Histórico están asociados. Esta implicación ha permitido poner en marcha una serie de servicios para los clientes; el último de ellos, dos salas de lactancia para que las madres puedan amamantar a sus hijos en un paréntesis de las compras.


El presidente del CCA, Javier Gómez, añade que las prestaciones complementarias que reciben los clientes tienen un coste muy modesto para los comerciantes. "Hace cuatro años que no subimos la cuota a los asociados", señala Gómez, propietario de una librería. Aunque el número de asociados es suficiente para mantener los actuales servicios gracias al apoyo de la Administración, aspira a que "los comerciantes reticentes se asocien también". Su principal preocupación es, no obstante, la proliferación de oficinas bancarias en la céntrica calle de San Juan, porque ocupan espacios que, por las tardes, permanecen cerrados.


El CCA nació al calor y con la financiación del programa europeo Urban II como una medida más para dinamizar el Centro Histórico con una inversisón de 600.000 euros. El estudio que puso en marcha el proyecto se presentó en 2003 y, en solo cinco años, los resultados son patentes. Javier Gómez afirma que "la imagen del comercio y la atención al cliente han mejorado mucho, al igual que el aspecto de la ciudad".


Uno de los objetivos del ACC es atraer público al Centro Histórico con actividades de animación callejeras, como la instalación de una pista de patinaje sobre hielo en La Glorieta en 2006 -el próximo noviembre se volverá a montar-, actividades festivas, concursos, competiciones deportivas o actuaciones. "Queremos conseguir un barrio atractivo para la gente", dice Pangua.


El gerente del CCA señala que, ante la previsible implantación a medio plazo de centros comerciales en la ciudad, el pequeño comercio debe unirse para competir. Advierte que las grandes superficies tienen una capacidad de compra muy importante lo que les permite ofrecer precios muy competitivos. Frente a ellos, la respuesta de las tiendas tradicionales del Centro Histórico pasa por el CCA, capaz de proporcionar servicios complementarios a la clientela en el barrio que, históricamente, ha aglutinado la oferta comercial de la ciudad. El premio recibido la pasada seman en Málaga servirá de estímulo para seguir esta senda.