TERUEL

Un centenar de focos iluminarán la iglesia de Santa María de Albarracín

La actuación, que se inaugurará el día 7 de mayo, es el broche de oro a la recuperación integral del templo más antiguo de la localidad, que se ha prolongado desde el año 2000

La iglesia de Santa María de Albarracín, la más antigua de la localidad y un edificio emblemático para la población, dispondrá de un sistema de iluminación artística tanto interior como exterior que permitirá apreciar con mayor intensidad las reformas que se han ejecutado en el templo.


Un centenar de luminarias, cuarenta de las cuales de nueva instalación y el resto ya existentes pero mejoradas, están en periodo de pruebas esta semana, con el objeto de entrar en funcionamiento de forma continuada a partir del próximo día 7 de mayo. La Fundación Santa María, de la que depende el edificio religioso, tiene previsto en esta fecha la inauguración de esta nueva actuación, considerada por el gerente del citado organismo, Antonio Jiménez, como el broche de oro de todo el proceso de restauración que se ha llevado a cabo desde el año 2000 en el inmueble.


Primero fue la recuperación arquitectónica y, después, y en una intervención gradual y más extensa en el tiempo, la de los bienes muebles, una serie de retablos datados entre los siglos XVI y XVIII, cuyo valor artístico no se apreciaba suficientemente a causa del deterioro y suciedad que padecían.


Según señaló Antonio Jiménez, el proyecto que afecta a los espacios interiores, realizado por el técnico Octavio Marrau y financiado con 60.000 euros por Endesa, incluye una iluminación ambiental de toda la nave central y el presbiterio del templo, "muy matizada y que ofrece una atmósfera de recogimiento". Unas segundas luminarias inciden especialmente en los retablos, que a partir de ahora adquieren una nueva dimensión. "Se trata de una iluminación -explicó el gerente- adaptada a las mejoras que han experimentado los diferentes retablos".


El presbiterio, que funciona como escenario en los conciertos que se organizan en la iglesia-auditorio, presentaba hasta ahora una iluminación escénica, "con focos de arriba abajo", que, según Jiménez, no eran los más adecuados para las actuaciones. Las luces se han sustituido por reflectores laterales que ofrecen mejores perspectivas del espacio religioso.


Solo un foco exterior


En el exterior, tan apenas se apreciaba la belleza de la iglesia, iluminada hasta ahora por un solo foco. "Era una situación provisional, mientras se ejecutaban las obras de restauración integral del templo", señalaba el gerente de la Fundación.


Las diez luminarias que se han instalado ahora -4 básicas, otras 4 complementarias y dos que indican la entrada- ofrecen una ilumnación indirecta de la obra de fábrica y mejoran el alumbrado del perímetro del edificio.


Esta última intervención en la iglesia de Santa María se inaugurará coincidiendo con la reunión que el patronato de la Fundación mantendrá el día 7 de mayo. Durante la misma jornada se presentará un libro monográfico sobre el templo, escrito por el profesor de la Universidad de Zaragoza, Ernesto Arce.


El volumen recoge, paso a paso, la restauración que se ha llevado a cabo en el edificio, una de las más largas realizadas hasta ahora en el patrimonio de Albarracín. Pero también constituye una recopilación histórica del monumento.


"No es una iglesia cualquiera -subrayaba Antonio Jiménez-, fue el primer edificio católico que se emplazó en Albarracín, antes del asentamiento musulmán, ya que hay historiadores que apuntan a sus orígenes visigodos".


El gerente de la Fundación afirma que esta iglesia es todo un símbolo para Albarracín, puesto que hasta el siglo XIX el nombre de Santa María estuvo unido al topónimo de la ciudad. Asimismo, el edificio acogía a las cofradías de los oficios, como lo demuestra el hecho de que todavía es posible ver en las capillas del interior del templo los escudos característicos de las diferentes profesiones de la época.


El retablo mayor y la capilla de la Comunidad son las piezas más destacables de la iglesia.