TERUEL

Recogida de firmas contra el humo de una fábrica de La Puebla de Híjar

Medio Ambiente abre un expediente a Aceites Pina por la falta de un documento sobre las emisiones a la atmósfera, pero insiste en que la situación de la factoría es legal.

Vecinos de La Puebla de Híjar recogen de firmas para reivindicar una solución urgente a los problemas que está generando la empresa Aceites Pina, tras la rotura de su chimenea a causa del viento. El propietario aseguró que la avería estaría reparada en la pasada Semana Santa, pero no ha sido así y los poblanos han visto cómo reanudaba la producción provocando una gran cantidad de humo y malos olores en el casco urbano.


Asimismo, técnicos de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón se desplazaron hasta esta localidad del Bajo Martín para comprobar la legalidad de esta empresa. Según fuentes de este departamento, la empresa está catalogada como "pequeño productor de productos peligrosos". Aceites Pina es una industria que trabaja en el refinado de aceite de orujo.


La instalación cuenta con la autorización medioambiental como Gestor de Residuos no peligrosos. Sin embargo, a pesar de que la empresa cumple con los permisos necesarios y superó la inspección medioambiental, los expertos comprobaron que el propietario no había entregado un documento relacionado con las mediciones a la atmósfera y la DGA ha abierto un expediente contra la fábrica.


Respecto a la chimenea, los técnicos comprobaron que el propietario ha contratado el servicio que se encargará de desarrollar la sustitución del emisor roto por uno nuevo.


Al margen de la actuación de Medio Ambiente y de la empresa, los vecinos del barrio de La Estación han querido manifestar sus quejas de manera formal recogiendo firmas para pedir el arreglo de la chimenea. A lo largo de la semana pasada recogieron 51 rúbricas y las han presentado en el Ayuntamiento de La Puebla. Esta fábrica se encuentra junto a las viviendas del barrio de La Estación, cuyos vecinos se han movilizado para reclamar una solución.


La impulsora de la iniciativa ha sido Nieves Alcañiz, una de las vecinas que vive junto a la industria y que fue la primera en dar la voz de alarma para reivindicar que la fábrica arreglase los desperfectos. Ella misma ha sido la encargada de entregar las firmas en el Ayuntamiento de La Puebla de Híjar.


"Ahora es el Ayuntamiento el que debe tomar las medidas que crea oportunas", dijo Nieves Alcañiz, cuando entregó las rúbricas. Aunque la alcaldesa, Juana Barreras, no estuvo presente en el momento en que la vecina llegó al Consistorio, Alcañiz destacó que "el Ayuntamiento ha mostrado su apoyo a los vecinos hasta el momento".


Juana Barreras se mostró conforme con la iniciativa vecinal y aseguró que, con las firmas en la mano, el gobierno de la localidad puede empezar a tomar las medidas oportunas acudiendo "al organismo que corresponda".


Los vecinos del barrio de la Estación de La Puebla de Híjar conviven desde hace décadas con esta empresa. Juana Barreras asegura que la fábrica lleva en la localidad desde tiempos de la Guerra Civil, en una zona que antes formaba parte del suelo industrial del municipio. Sin embargo, Nieves Alcañiz insiste en que las casas que están junto a la fábrica se construyeron antes del conflicto bélico y, por tanto, la empresa llegó después.


Aceites Pina comenzó su producción con una pequeña factoría ubicada a unos escasos metros del lugar en el que se encuentra ahora. La familia Pina posee más fábricas de estas características fuera de Aragón, por ejemplo, en Castilla-La Mancha. A principios del siglo XX se construyó la factoría actual.


Según la alcaldesa de La Puebla de Híjar, cuando la fábrica de Aceites Pina se construyó en la zona de la Estación era "perfectamente legal", pues no formaba parte del núcleo urbano, sino de un área industrial. Valoró que es "muy complicado" para el Ayuntamiento poblano conseguir que la industria cambie su ubicación.


Los vecinos de la fábrica de aceite no están de acuerdo con la primer edil, aunque, según afirmó Nieves Alcañiz, también son conscientes de los puestos de trabajo que genera la fábrica y de la importancia de este tipo de empresas para el desarrollo del municipio. Manifiestan, no obstante, su indignación por los malos olores y los humos que soporta el vecindario.