TERUEL

Quejas vecinales por el mal uso del punto limpio de la pedanía de Valmuel

El punto limpio de Valmuel dista mucho de ser un espacio para el reciclaje y la conservación del medio ambiente. La suciedad acumulada en este lugar viene provocando quejas y generando molestias entre los vecinos de la pedanía alcañizana desde hace ya algún tiempo.

El punto limpio de Valmuel dista mucho de ser un espacio para el reciclaje y la conservación del medio ambiente. La suciedad acumulada en este lugar viene provocando quejas y generando molestias entre los vecinos de la pedanía alcañizana desde hace ya algún tiempo.


Las instalaciones, que se crearon con el objetivo de almacenar los desechos que por su volumen o su peligrosidad no deben ser arrojados a los contenedores de basura, se han convertido en un auténtico vertedero en el que se amontonan basura y suciedad de todo tipo.


La instalación se encuentra en pésimas condiciones. Las vallas que limitan el complejo están rotas o descansan sobre el suelo. Al lado de los diferentes contenedores, hay montones de residuos sin clasificar. Este espacio reservado para los residuos de gran tamaño, como electrodomésticos o muebles, se ha transformado en un basurero donde los habitantes de la pedanía depositan todo tipo de desechos, como lavadoras, ruedas de coche desgastadas, cemento sobrante o escombros variados.


La falta de regularidad en el servicio de recogida tiene como consecuencia que las instalaciones se encuentren al limite de su capacidad. Este hecho está generando un gran impacto visual en el núcleo urbano, cuyos vecinos luchan por conseguir el crecimiento de la población con la construcción de nuevas viviendas.


Peligro


Para Belén Ceperuelo, presidenta de la asociación vecinal El Jaral, el problema no es solo visual o medioambiental, sino también de seguridad.


El punto limpio de Valmuel está situado tan cerca del barrio que los niños de la pedanía pueden acceder al complejo sin problemas y hacerse daño con alguno de los elementos que se acumulan allí.


Además de la falta de regularidad en la recogida, Belén Ceperuelo explicó que no ha habido una campaña de sensibilización para que los vecinos sepan cómo hacer un buen uso de las instalaciones.


Cabe destacar que Belén Ceperuelo acaba de ocupar el puesto de presidenta de la Asociación de Vecinos el Jaral de Valmuel, sustituyendo a Miguel Portolés.


La nueva junta de El Jaral ha sido elegida hace poco menos de un mes. Los nuevos representantes de los vecinos pretenden rebajar la tensión vivida en los últimos cuatro años entre la asociación vecinal y el equipo de gobierno municipal. Para ello, han previsto la organización de diversos actos de dinamización cultural y social.


Quejas en Puigmoreno



La otra pedanía alcañizana, Puigmoreno -a muy pocos kilómetros de Valmuel-, se encuentra en una situación muy parecida. Joaquín Alquézar, alcalde de este núcleo de población, asegura que estas instalaciones no pueden estar situadas a menos de 500 metros del municipio, y que un reciente informe del Gobierno de Aragón sobre la escombrera así lo certifica.


Para el alcalde de Puigmoreno, es prioritario el cambio de ubicación del complejo, por lo que ya ha ofrecido al Ayuntamiento de Alcañiz un espacio más alejado del casco urbano. Sin embargo, asegura que hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta del consistorio de la capital bajoaragonesa.


El primer edil pedáneo criticó la falta de información destinada a los usuarios del punto limpio de Valmuel y Puigmoreno y la irregularidad en el servicio de recogida de los vertidos. "Actualmente, lo limpiamos nosotros con la ayuda de los vecinos", explicó.