TERUEL

Quejas en la Puebla de Híjar por el mal olor causado por la avería de una fábrica de aceite

La planta no ha parado de producir a pesar de la rotura de su chimenea hace 15 días. El dueño asegura que hoy reparará los daños, que extienden humo por el pueblo.

Los malos olores y la humareda provocados por la rotura de la chimenea de una fábrica de aceites situada dentro del casco urbano de La Puebla de Híjar han levantado las quejas vecinales. Los desperfectos se produjeron hace dos semanas a causa de las fuertes rachas de cierzo. Vecinos de la factoría mostraron ayer su malestar por la situación. Afirmaron que no se puede respirar en la calle porque la rotura permite que salga más humo del habitual y provoca un olor "insoportable".


Al llegar a los alrededores de Aceites Pina, lo primero que se nota es un fuerte edor que se cuela por la garganta, y un ligero escozor en los ojos. Los vecinos ya mostraron sus quejas por las molestias derivadas del funcionamiento de la fábrica hace tiempo.


Nieves Alcañiz es una de las vecinas perjudicadas y se ha puesto en contacto con afectados para solucionar el problema. "Es como si los vecinos viviésemos dentro de la fábrica, el humo es intragable y la situación insostenible", afirmó Nieves. Esta vecina vive al lado de la factoría, concretamente en la calle Ferrocarril. Aseguró que ahora el problema es que la chimenea se ha quedado a nivel del suelo y la humareda es "impresionante". "Dicen que, para repararla, traerán una nueva pieza de otra fábrica, pero, con todo, la chimenea no llegará a la altura exigida por la ley", criticó esta vecina. Alcañiz aseguró que la situación es peor en el caso de las personas mayores. Juana, su madre, asiente con la cabeza y afirma que muchas veces tiene náuseas.


No es la primera vez que los vecinos del barrio del Ferrocarril se quejan de las molestias ocasionadas por esta empresa. De hecho, la alcaldesa de La Puebla de Híjar, Juana Barreras, aseguró que la fábrica lleva en la localidad desde tiempos de la Guerra Civil, en una zona que antes era suelo industrial. "Con el tiempo, evidentemente, el pueblo ha ido creciendo", comentó.


Sin embargo, Nieves Alcañiz discrepa en este punto. Afirmó que las casas que están justo al lado de la fábrica se hicieron antes del conflicto bélico y, por tanto, la empresa llegó después. "Lo que ha hecho el Ayuntamiento ha sido declarar la zona de la fábrica como suelo industrial, así no se puede pedir que se la lleven", opinó esta vecina.


La alcaldesa de La Puebla aseguró que ella, como vecina, también sufre las molestias. "Vivo muy cerca y sé lo que es. A mí también me afecta el problema como vecina. El Ayuntamiento ya se ha puesto en contacto con el dueño". El el lunes remitió una nota pidiendo la reparación de la chimenea al propietario de Aceites Pina, Miguel Pina, quien aseguró que hoy arreglará el emisor de humos.


Los vecinos acusaron al propietario de no arreglar "antes" la rotura para "no interferir" en la producción, en plena campaña. Sin embargo, Miguel Pina argumentó que la avería no se ha solucionado antes porque "no se ha podido".


Por su parte, otro de los afectados, Costa Alcañiz, denunció la "falta de consideración" que han tenido siempre con los vecinos respecto a este tema: "Dejaron todo el entorno para hacer una zona verde y aquí no hay ningún árbol. Está todo descuidado completamente".


Precedente judicial


En este sentido, Ángel Palomo, otro vecino, recordó que hace muchos años se llevaron las quejas por las molestias causadas por la empresa de aceites a juicio, sin obtener avance alguno. "La fábrica sigue ocasionando muchas molestias", comentó. Palomo, que posee una casa justo al lado de la chimenea rota donde guarda algunos animales, lamentó la situación, tachándola de "vergonzosa".


Los habitantes de las inmediaciones de la fábrica consideran que es una situación "difícil" porque muchos vecinos no quieren "dar la cara" para evitar enfrentamientos. "Hay puestos de trabajo en juego y gente implicada", dice Nieves Alcañiz. Su deseo es elevar a la administración competente una queja formal. Sin embargo, lo ve difícil porque ha intentado recoger firmas y no ha encontrado apoyo vecinal. Aunque muchos ciudadanos están molestos con la situación, no desean que la fábrica se marche porque genera puestos de trabajo.


Según fuentes del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, la empresa está catalogada como "pequeño productor de productos peligrosos". Se trata de una industria que se dedica al refinado de aceite de orujo de oliva, es decir, al tratamiento de aceites vegetales. La instalación cuenta con la autorización medioambiental como gestor de residuos no peligrosos. Esta calificación es necesaria para el funcionamiento de Aceites Pina, que cuenta con permiso para emitir humos a través de tres focos diferentes.


La Administración Autonómica insiste en que no ha recibido ninguna queja formal y aconseja que, si se detecta una anomalía, se acuda al Departamento de Medio Ambiente para que pueda actuar.