RUIDO EN TERUEL

El Justicia denuncia pasividad en el control de los ruidos y propone cierres de locales

Responde a una queja por el sonido emitido por un local de copas del Centro Histórico. Reclama más "rigor" en la aplicación de la normativa municipal en este caso y otros similares

El Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, considera que el Ayuntamiento de Teruel se muestra demasiado pasivo en el control de los ruidos emitidos por locales de copas y otros negocios, un problema que afecta "muy negativamente" a la salud de los vecinos. En su pronunciamiento, Fernando García Vicente, sugiere al consistorio que "disponga lo oportuno para poner fin a la situación tan molesta para los afectados" por los ruidos emitidos por distintos establecimientos. García Vicente apunta, entre las medidas a adoptar con las empresas infractoras, "su clausura hasta tanto se instalen y se compruebe la efectividad de las medidas de insonorización".


La resolución del Justicia responde a las quejas de dos vecinos del bar Flanagan's, situado en el Centro Histórico de la ciudad, por los "ruidos excesivos" generados por el establecimiento desde "al menos" 1999. Los informes de la Policía Local detectaron entre 2004 y 2005 incumplimientos del nivel máximo de emisión de ruidos de hasta 26 decibelios. Se constató, además, que el preceptivo limitador de sonido no cortaba la musica hasta alcanzar los 90 decibelios, cuando el local no podía superar los 70. Tras una serie de advertencias municipales para que el discobar mejorara su insonorización y las consiguientes peticiones de aplazamientos por parte de la empresa, en 2007, al llegar las quejas de vecinos al Justicia, "el problema está lejos de resolverse".


Un informe del Ayuntamiento del pasado mes de octubre señala que no existe confirmación de que el limitador de sonido esté calibrado correctamente y de que el volumen de la música no supere el máximo permitido. En noviembre el consistorio abrió un expediente sancionador.


El informe del Justicia señala que los plazos fijados por la normativa para corregir la situación "han sido ampliamente superados," pero "sin que se hayan introducido medidas correctoras eficaces". El Justicia lamenta que las molestias a los vecinos persisten a pesar de que las mediciones de ruidos arrojan niveles por encima de los permitidos y de que, en algunos casos, las infracciones "han revestido la calificación de muy graves".


Fernando García Vicente enmarca el caso del Flanagan's en una situación general de "falta de actividad del Ayuntamiento frente a establecimientos que causan graves molestias a los vecinos, afectándoles muy negativamente a la salud y creando conflictos y desconfianza social hacia la labor municipal". Cita, como ejemplos, el pub Why Not y el gimnasio Kument Sport. En todos estos casos, "la situación se va dilantando" a pesar de suponer "un grave perjuicio" para los vecinos. El Justicia insta al Ayuntamiento a actuar con "rigor" en los tres casos, "que no constan resueltos".


El concejal delegado de Urbanismo, Luis Muñoz, negó que el Ayuntamiento actúe con permisividad en la aplicación de la normativa de ruido. Muñoz añadió que "los expedientes abiertos siguen su tramitación administrativa, aunque a los vecinos afectados les puede parecer que el ritmo debería ser más acelerado".


Luis Muñoz reiteró la voluntad municipal de "hacer cumplir la normativa" y puso como ejemplo la reciente clausura por dos meses de un bar de La Zona por incumplimiento reiterado del horario de cierre. El concejal añadió que para las próximas fiestas de Las Bodas de Isabel de Segura la carpa donde se celebrarán los conciertos se ha trasladado del Centro Histórico a Los Planos, fuera del casco urbano y "donde no genera molestias vecinales".