TERUEL

Los vecinos del barrio de Jorgito recogen firmas para pedir una calle más ancha

Denuncian que la reforma del vial principal, que incluye la construcción de un muro de contención, ha dejado una calzada de cuatro metros para coches, peatones y aparcamientos.

Los vecinos del barrio de Jorgito, en la periferia de la capital turolense, no están contentos con las obras de reforma de la calle principal que ha puesto en marcha el Ayuntamiento. Explican que, según sus cálculos, después de los trabajos este vial no medirá más de cuatro metros de ancho, un espacio totalmente insuficiente que tendrán que compartir peatones, vehículos en dos direcciones y coches aparcados a ambos lados.


Para evitar que la calle quede, a su juicio, excesivamente estrecha, los vecinos han puesto en marcha esta semana una recogida de firmas. Todos los apoyos que se consigan serán presentados en el Ayuntamiento en los próximos días con el objetivo de que el alcalde y los concejales adopten cuanto antes las medidas oportunas para ampliar el vial.


En el barrio viven solo 15 familias. Sin embargo, los vecinos destacan que la importancia del Jorgito no reside tanto en la mayor o menor densidad de la población como en que se trata de un lugar de paso hacia la Muela, una zona poblada de chalés en la que se encuentra también el yacimiento arqueológico del Alto Chacón y algunos campos de labor.


"Esto será un peligro"


"Aquí tenemos mucho tráfico a cualquier hora del día. Si no ensanchan la calle, esto va a ser un peligro, porque no podrán cruzarse dos vehículos y mucho menos si uno de ellos es un tractor", denunció una vecina, Piedad Muñoz. Entre otros factores, la mujer atribuyó la pérdida de espacio en la calle principal a la construcción de un muro de contención en uno de sus lados, que si bien evitará el desmoronamiento progresivo de la ladera -como venía ocurriendo- "se ha comido parte del terreno".


Otro vecino, Miguel Ibáñez, planteó como solución el acondicionamiento de un solar del barrio al que la población denomina "la gravera" como área de aparcamiento. "Al menos, evitaríamos que los coches tuvieran que aparcar a un lado y a otro de la calle y ganaríamos espacio para las aceras peatonales y para los dos carriles de la calzada destinados a la circulación", explicó.


Los vecinos reconocen que esta calle nunca ha sido suficientemente amplia, "pero ya que la van a hacer nueva, prácticamente, podrían aprovechar para darle mayores dimensiones", manifestó Miguel Ibáñez. De hecho, como explicó este vecino, la estrechez del vial hace que en la actualidad mucha gente aparque sus vehículos encima de las aceras, lo que ha provocado la rotura de las mismas. Para los vecinos, la peligrosidad de la calle aumenta debido a su pronunciada pendiente, algo que hace más difícil la circulación de vehículos en ambos sentidos.


"Quedará mejor que antes"


La concejala delegada de Obras, Lucía Gómez, afirmó que el proyecto de reforma de la calle principal del Jorgito "viene a resolver numerosos problemas". Explicó que el muro de contención -levantado en hormigón con plancha- acabará con la inseguridad que presentaba la ladera sobre la que se sustenta el barrio mientras que la mejora del firme prevista acabará con una calzada llena de baches y grietas. "Quedará mejor que antes", concluyó la edil.


Gómez subrayó que la reforma, que se está ejecutando con arreglo a un proyecto, no recibió alegaciones en su momento, como tampoco, hasta ahora, el ayunta miento tiene constancia del malestar vecinal. La concejala añadió que la anchura del vial, como ocurre en otros puntos de la capital turolense, viene marcada por las construcciones que existen en el mismo.


Para Lucía Gómez, el proyecto de mejora de la calle principal del Jorgito aportará seguridad tanto al tráfico como a los peatones, puesto que una valla de protección -elemento que ahora no existe- delimitará la zona de la ladera que ha tenido que ser consolidada.