INFRAESTRUCTURAS

El puente que salvará el cruce de Villaspesa estará listo esta primavera

La colocación de las vigas de hormigón que soportarán la plataforma obligará a cortar el tráfico durante una o dos noches.

Las obras de construcción del puente que salvará el peligroso cruce entre la variante de la N-234 (Sagunto-Burgos) y el desvío a la pedanía turolense de Villaspesa van a buen ritmo y estarán acabadas la primavera que viene, antes, incluso, de la fecha fijada en el proyecto, que es el 31 de mayo, según indicaron diversas fuentes próximas a los trabajos.


Tras el parón propio de las fiestas navideñas, las tareas se han retomado y ya son visibles los muros de tierra de los que arrancará el paso elevado. En el plazo de un mes está previsto que se inicie la colocación, mediante grúas, de las vigas prefabricadas de hormigón que soportarán la plataforma del puente.


Cortes por la noche


Aunque hasta la fecha el desarrollo de las obras no ha obligado a cortar el tráfico por la N-234, la instalación de las vigas del puente, de gran tamaño, sí requerirá de la interrupción de la circulación. Para minimizar en lo posible la afección al tráfico, el corte se llevará a cabo en horario nocturno y será suficiente con mantenerlo una o dos noches.


Si bien la variante de la N-234 a su paso por Teruel ya no registra vehículos pesados de largo recorrido desde que hace un año se abriera al tráfico gran parte de la autovía Mudéjar, esta carretera sigue soportando una intensa circulación, sobre todo por los coches que utilizan los trabajadores de las empresas ubicadas en el polígono industrial La Paz para desplazarse a diario desde la capital turolense hasta su lugar de trabajo y a la inversa.


Las obras se desarrollaron con lentitud en sus inicios, durante el pasado verano, cuando fue necesario disponer de los terrenos necesarios y reponer todos los servicios de agua y electricidad afectados por el proyecto. Sin embargo, una vez solventadas estas cuestiones, los trabajos han avanzado deprisa, indicaron fuentes técnicas.


Colisiones


El puente evitará accidentes en la intersección entre la variante de la N-234 y la pedanía de Villaspesa, donde en los últimos años se han producido algunas colisiones entre vehículos, una de ellas con una víctima mortal. Se da la circunstancia de que el barrio de Villaspesa es uno de los preferidos en la actualidad por las parejas jóvenes para instalarse, debido a la cercanía con la capital, apenas seis kilómetros de distancia, y a que los precios de los inmuebles resultan allí más asequibles. Por ello, la población en esta zona está aumentando progresivamente y, en consecuencia, el tráfico también.


Además de salvar el cruce entre la variante y el desvío a Villaspesa, el puente tendrá la función de unir el paseo natural que ha existido siempre entre la capital y la pedanía, siguiendo el cauce del río Turia y sus riberas, pobladas de chopos y álamos. Por ello, el viaducto contará con amplias aceras para los peatones con barandillas que les protejan, también de los coches, y un carril para la circulación de bicicletas.


Para la realización de la obra, el Ministerio de Fomento ha destinado un presupuesto que se eleva a 1,7 millones de euros. La construcción del paso elevado da respuesta a una demanda, ya histórica, de los vecinos de Villaspesa, que reclamaban mayor seguridad en los accesos rodados a la capital.