"Nosotros estamos luchando contra la despoblación, pero la empresa nos va a matar el pueblo". La alcaldesa de Riodeva, Lola Llorens, no ocultaba este martes su profunda preocupación por el goteo de despidos que en el último año se ha producido en la mina de sílices y caolines que Sibelco Minerales S. A. explota en el término municipal y cuya actividad constituye, desde hace más de 60 años, el principal sustento de esta localidad de apenas 150 habitantes.

Desde septiembre de 2017 a la actualidad, la empresa ha eliminado 16 de los 24 puestos de trabajo que tenía en Riodeva. Dos de los empleados afectados han aceptado la oferta de recolocación en otro centro de trabajo que Sibelco tiene en Castellón, pero los 14 restantes se han quedado en la calle, los tres últimos, la semana pasada.

La explotación ya había atravesado una crisis en mayo de 2017 que se saldó con un recorte de 5 empleados –quedaron 24–, si bien tras ese ajuste y la mediación del Gobierno aragonés y la Generalitat Valenciana –parte de los terrenos están en el Rincón de Ademuz– la empresa se comprometió a mantener abiertas las instalaciones y a la permanencia de la plantilla, según un acuerdo alcanzado con los trabajadores.

Ahora, con tan solo ocho empleados, la plantilla teme que el cierre de la mina sea una realidad más pronto que tarde. El portavoz sindical de los trabajadores, David García, de UGT, afirmó que, sin la explotación, "Riodeva desaparece" y recordó que si bien solo dos de los despedidos residen en el pueblo mientras que el resto vive en poblaciones cercanas, "todos ellos dan vida a la localidad".

García criticó que Sibelco recorte empleos "cuando la recesión en el sector de la construcción ya ha desaparecido y la empresa funciona bien". El sindicalista expresó también su malestar porque Sibelco ha subcontratado con otra empresa los trabajos de restauración de la mina en lugar de encargar esta tarea a la plantilla manteniendo así los puestos de trabajo. "Vemos desinterés por parte de la dirección de la empresa para buscar soluciones", dijo García, quien reclamó la intervención de la DGA y la Generalitat Valenciana para frenar la destrucción de empleo en Riodeva.

Fuentes de Sibelco manifestaron que el problema ha sido la pérdida del principal cliente de las arenas que se extraen en Riodeva, una fábrica de cristales en Castellón. Las mismas fuentes aseguraron que están buscando alternativas –sin descartar incluso la venta de las instalaciones–, si bien resaltaron que "no es fácil". "No se vende; buscamos nuevos clientes, pero no vienen", dijeron.

En cuanto al futuro inmediato de la mina, desde Sibelco afirmaron no saber qué va a pasar. "Nuestro objetivo es mantenerla, pero tenemos que ajustar la plantilla y es lo que hemos hecho. No podemos tener a los empleados parados", dijeron.