Pedro Zuriaga: "Mucha gente sin contacto con el campo se está haciendo agricultor por la trufa"

Es uno de los 13 autores de ‘La sanidad en truficultura’, una guía para identificar las plagas de la trufa que se ha convertido en libro de cabecera de los truficultores de Teruel. 

Es que hay muy poca información. Lo poco que hay está publicado en Italia y no se corresponde con los problemas que se encuentran los truficultores de aquí. Cuando ven algún bicho, se ponen muy nerviosos, sobre todo si antes no han sido agricultores. Estos últimos están más acostumbrados a ver plagas.

¿Y encuentran la solución en el libro?

No es tan sencillo. Yo les digo: quietos, que esos bichos están en la naturaleza. Siempre han estado, pero en equilibrio y ahora, con tantas plantaciones, es cuando aparecen las enfermedades. Es como si en un colegio te pones a repartir pasteles, vienen todos. El problema es que no hay tratamiento fitosanitario para encina y trufa. Hay apenas tres o cuatro productos autorizados y no son muy efectivos. Europa limita cada vez más el uso de plaguicidas, todo lo quiere ecológico y está extremando los controles.

Hasta 60 agentes nocivos han identificado. ¡Qué complicado es que crezca una trufa!

No, no. Nunca están los 60 posibles patógenos juntos. Estamos en pañales en truficultura, solo llevamos 40 años en esto y no sabemos todo. Hace falta tiempo, ya aprenderemos.

Todo indica que en la provincia se está tomando muy en serio el cultivo de la trufa.

Sí, totalmente. Andamos ya por bastantes miles de hectáreas plantadas con encinas micorrizadas. Ahí hay un buen futuro para mucha gente. Muchas personas que nunca han tenido contacto con el campo se están haciendo agricultores solamente para cultivar la trufa.

¿Vale la pena cambiar un campo de cereal tradicional por uno de trufas?

Si hay regadío, no diré a nadie que no ponga trufas. Ahora bien, si no puede regar, que se lo piense mucho. Este año ha llovido, pero otros no. La trufa necesita al menos dos riegos al año, sino, igual no salen las cuentas. La gente debe saber que esto no es poner carrascas y ya está. No se cogen trufas hasta pasados 15 años y hay que elegir muy bien el árbol, el sitio y el agua.

¿Teruel tiene algo para la trufa que la hace única?

Sí, los suelos son buenos para ese cultivo y el clima, también. Hace 70 años ya venía gente de Cataluña y Francia a recolectar trufas silvestres y se hicieron grandes fortunas sin que la gente de aquí se enterara de algo.

Afirman en su libro que en Teruel se produce entre el 80% y el 90%  del total de trufa negra de invierno en España. ¿La provincia se ha convertido en un referente nacional?

Y también mundial. Solo en Sarrión hay más viveros con plantones micorrizados de encina que prácticamente en el resto del mundo. ¡Cuidado! Estamos sacando toneladas de trufa que van  camino de Francia e Italia. Aquí, como siempre, no terminamos de comercializar los productos. No les sacamos el jugo, ocurre como con el aceite.

¿La Administración presta la suficiente atención a este problema?

La Administración y los políticos han estado muy descuidados con este tema durante mucho tiempo. Ahora, hay más interés, pero aún así creo que todavía se podría hacer mucho más.

En la última feria de Sarrión el kilo de trufa costaba 1.100 euros. ¿De verdad que es un producto para todos los bolsillos?

Sí, porque es como el azafrán, que al final, sale más barato que el colorante. No hace falta comprar 20 kilos. Con una ‘raspadurita’ de nada ya es suficiente para aromatizar un huevo frito u otro plato. La gente se asusta con ese precio, pero no pone inconveniente a la hora de comprar una unidad por 15 ó 20 euros. Hay que tener en cuenta, además, que ese es el valor en feria. Se trata de una trufa seleccionada, limpia y cepillada. La feria es la feria, pero fuera de ella se encuentra trufa a menor precio.

¿Por qué cree que no hay productos fitosanitarios para combatir las plagas de la trufa?

El problema es que las empresas que fabrican productos fitosanitarios no quieren trabajar en este tema porque, aunque hablemos de 10.000 hectáreas, que son bastantes, son pocas para que resulte rentable. Hacen falta ensayos muy largos y saldría muy caro. Ahí es también donde las Administraciones deberían buscar soluciones.