Teruel 'in arms'

Los turolenses han sabido unir historia y reivindicación para construir su futuro.

La manifestación de Valencia en favor del Corredor Cantábrico-Mediterráneo por Teruel.
La manifestación de Valencia en favor del Corredor Cantábrico-Mediterráneo por Teruel.
Jorge Escudero

Convivían este fin de semana en Teruel el amor y la lucha, la historia y el futuro, la reivindicación y la creatividad. En la plaza de la catedral, sobre los tenderetes del mercado medieval -uno de los elementos de atrezo que acompañaban a la celebración de ‘La partida de Diego’-, se alzaba una pancarta exigiendo un tren decente. ¿Chirriaba una cosa junto a la otra? No, en absoluto. Tanto la fiesta de recreación que da inicio a la historia de los Amantes como la manifestación que reclama unas comunicaciones del siglo XXI son formas de movilización por el desarrollo de Teruel. Si me apuran, lo antiguo es reivindicar un tren para una capital española, y lo novedoso, aprovechar la historia para dinamizar la vida y la economía de la ciudad.

Me descubro ante la Fundación Bodas de Isabel por haber cosechado tanto éxito, por involucrar a tanta gente y por haber sabido poner la emoción y la creatividad al servicio de Teruel; me descubro también ante todos quienes han organizado la necesaria movilización en demanda de unas infraestructuras dignas, porque dejan en evidencia la vergüenza de unos desequilibrios interterritoriales debidos a una acción política que favorece la inequidad sin despeinarse. Atiendan, si no: el Gobierno español ha pactado con la Generalitat una ‘inyección’ de 1.400 millones de euros para ‘compensarle’ por un montón de agravios fiscales. De agravios, por aquí, vamos servidos. Inyecten a Teruel una cosa parecida, mímenlo desde Madrid, y ya verán cómo florece.