Medio centenar de mujeres y niños subsaharianos, acogidos en Teruel

Se alojan en una antigua residencia gracias a un convenio entre el Ministerio de Trabajo y una oenegé.

El grupo de refugiados, en el centro de acogida.
El grupo de refugiados, en el centro de acogida.
Javier Escriche

Treinta y cuatro mujeres subsaharianas y doce niños, hijos de algunas de ellas, que han llegado a España en pateras en las últimas semanas están alojados en una antigua residencia de Teruel. La estancia se enmarca en los convenios del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social con oenegés para la reubicación de los inmigrantes irregulares llegados a las costas andaluzas. El colectivo acogido en la capital turolense es atendido por la Sociedad de San Vicente de Paúl, de carácter benéfico.

Los inmigrantes, que se encuentran en buen estado de salud tras recibir unas primeras curas por algunas heridas derivadas de la travesía del Estrecho, proceden de Camerún, Guinea Conakri y Costa de Marfil. En el grupo alojado en Teruel, que llegó desde los saturados centros de acogida de la provincia de Cádiz, hay varias mujeres embarazadas. La llegada a la capital turolense se produjo el martes de la semana pasada.

El subdelegado del Gobierno, José Ramón Morro, explicó ayer que el colectivo alojado en Teruel recibe atención básica, como el alojamiento, la alimentación y la ropa necesarios, además de asistencia sanitaria y de servicios sociales. Morro añadió que a los inmigrantes se les ofrece un programa de aprendizaje de castellano y para favorecer su integración social.

El grupo puede permanecer en el colegio un máximo de seis meses. El subdelegado añadió que paralelamente a la estancia turolense se analizará caso por caso la situación legal de los inmigrantes para conocer su destino definitivo. En las labores burocráticas interviene el servicio de Extranjería de la Policía Nacional.

Una de las primeras labores administrativas ha sido obtener una identificación provisional de los inmigrantes a partir de la información proporcionada por ellos mismos. Morro señaló que, debido a la llegada a España sin documentación, la Policía lleva a cabo una investigación individualizada para conocer las circunstancias personales de cada miembro del grupo.

La Sociedad de San Vicente de Paúl ha contratado a una docena de trabajadores temporales para atender las necesidades de los alojados. Entre el personal incorporado al colegio, figura un interprete de francés, el idioma más extendido entre los alojados. El subdelegado del Gobierno señaló que el grupo de 46 inmigrantes no ha completado la capacidad del colegio, aunque, en principio, no está prevista la llegada de nuevas expediciones.

La residencia de acogida, perteneciente a la Iglesia, está situada en el casco antiguo. La Sociedad de San Vicente de Paúl, que se identifica como laica y católica, gestiona centros asistenciales en distintos puntos del país.

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