Media vida ligado a la Vaquilla

Juan Carlos Redolar fue nombrado Vaquillero del Año, con la imposición de una casaca con los escudos de las 20 peñas. Es la ceremonia más institucional de las fiestas.

Redolar se viste con la casaca negra, ayudado por la alcaldesa y el presidente de Interpeñas.
Redolar se viste con la casaca negra, ayudado por la alcaldesa y el presidente de Interpeñas.
Jorge Escudero

Desde los 13 años disfruta Juan Carlos Redolar de las fiestas de la Vaquilla, media vida que ha sido recompensada por Interpeñas y el Ayuntamiento en uno de los actos más institucionales de esta celebración. Con un salón de plenos a rebosar, este sábado fue nombrado Vaquillero del Año, la máxima distinción a la que puede aspirar un peñista. Como premio, recibió la casaca, chaqueta con la que se protegen del frío mañanero los turolenses en fiestas. En la tela negra quedaron prendidos los escudos de las veinte peñas de Teruel.

A Redolar le faltaron palabras para mostrar su agradecimiento a Teruel. Tras vestirse con la prenda, ayudado por la alcaldesa, Emma Buj, y el presidente de Interpeñas, Enrique Miravete, se sintió realizado. Dijo con sarcasmo que ahora solo le faltaba ser alcalde. "De momento no va a ser, pero seguro que algún día será", matizó. La alcaldesa no dudó en recoger el guante: "Las elecciones son en mayo, pero ya tenemos un candidato confirmado", proclamó ante un público divertido.

Ya con más seriedad, Emma Buj se refirió al nombramiento de Vaquillero del Año como un "título que solo se logra después de mucho trabajo en favor de la Vaquilla". Tuvo palabras de elogio hacia el colectivo de Interpeñas, del cual dijo que sin "el inmenso trabajo que desarrolla, esta fiesta no podría salir como sale".

Siguiendo con el tono desenfadado que predominó en los discursos, el representante de todas las peñas desveló el secreto mejor guardado del Vaquillero del año 2018. "Su historia de vinculación con la Vaquilla –explicó Enrique Miravete– empieza el día en el que Juan Carlos encendió una traca antes del alcalde y se echó a correr". Las risas inundaron el salón de plenos.

Momentos difíciles

Enrique Miravete enumeró los méritos del galardonado, como haber estado en las directivas del Despiste y de Interpeñas "en los momentos más difíciles". "Con cuatro más sacó adelante la normativa que iba a regular el nombramiento de Vaquillero. Curioso", dijo. Agregó que, por su tesón, fue posible publicar, asimismo, el libro del peñista y la colección de "Nonito", una serie histórica sobre las fiestas de Teruel y sus peñas.

Juan Carlos Redolar saludó uno a uno a los concejales, poco antes de confesar a los periodistas que el nombramiento de Vaquillero del Año "se lleva bien". "No pesa nada", aclaró. Este sábado quedó de manifiesto que se ha implicado en la Vaquilla desde que tiene uso de razón. Primero, en la fundación de la peña El Despiste, que, según recordó, salió a la calle de la mano de ocho personas, porque se sentían disgustadas de la "masificación" que había alcanzado Los Chachos, su agrupación de toda la vida.

Las fiestas de Teruel crecen y se transforman, un proceso que, a juicio del Vaquillero del Año, tiene su lógica. "La Vaquilla tiene que evolucionar como lo hace la sociedad", señaló, tras recalcar que mientras el espíritu festivo se mantenga, todo irá bien.

Justo a las cinco de la tarde, Redolar cambió su papel institucional por el de un peñista común. "A esa hora, dejo la casaca con los 20 escudos en casa", anunció.

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