Largas colas para poder fotografiarse junto al Torico y ponerle el pañuelo rojo en el cuello

Por cuarto año consecutivo, AECC-Teruel recaudó fondos facilitando a los turolenses su ascenso hasta la pequeña escultura.

Un niño pudo tocar la escultura del Torico tras acercarse a la columna a través de una plataforma elevadora.
Un niño pudo tocar la escultura del Torico tras acercarse a la columna a través de una plataforma elevadora.
Javier Escriche

La escultura de bronce del Torico fue este martes el monumento más fotografiado de la ciudad. Una plataforma elevadora permitió que cerca de dos mil personas pudieran hacerse instantáneas junto al pequeño astado, el elemento patrimonial más emblemático de la ciudad y que solo ha descendido de su pedestal durante la Guerra Civil y para someterse a una restauración hace más de una década.

Tras protagonizar largas colas, en una jornada de elevadas temperaturas, turolenses y visitantes esperaron pacientemente para poder tocar al Torico y colocar sobre su testuz el pañuelo rojo vaquillero.

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) hizo posible esta actividad con objeto de recaudar fondos destinados a la investigación, pero, sobre todo, con la finalidad de dar visibilidad a la oenegé, según confesó el presidente de AECC en Teruel, Joaquín Larramendi. "Queremos contagiar alegría y animar la plaza durante las fiestas –explicaba–, y también que nos vean como una asociación amiga y vecina".

Con un precio simbólico de 2 euros, se ofreció la oportunidad al público de poder saciar la curiosidad de estar a varios centímetros del Torico, tocarlo e inmortalizar su imagen junto al símbolo de la ciudad de Teruel.

Para ello reconocieron haber venido expresamente a la capital el matrimonio formado por Ángeles y Pepe, de Alcorisa, quienes manifestaban sentirse "muy emocionados" por haber podido fotografiarse junto a la pequeña escultura. "Se lo aconsejo a todo el mundo –exclamó la mujer–, porque es una experiencia única".

La turolense María Jesús prefirió vestirse con la típica casaca negra vaquillera y el pañuelo rojo para perpetuar su estampa al lado del Torico. "Curiosamente –afirmó­– hasta hace poco he sentido miedo a los toros, nunca me han gustado, pero poco a poco me voy acercando a ellos".

La actividad se realiza desde hace cuatro años y forma parte de las campañas promocionales de AECC, con las que, según dijo Laramendi, se ha logrado quintuplicar en 4 años el número de socios, que ahora se cifra en 2.800 personas.

Como cada año, la peña encargada de poner el pañuelico en La Vaquilla participa en el acto solidario organizado por la Asocación Española de Lucha contra el Cáncer, por eso, las banderas de la peña los Chachos ondeaban este martes en la grúa utilizada para ascender a la escultura. Para amenizar el tiempo de espera de los pequeños que esperaban en la cola, la peña contrató animación infantil. Mickey Mouse, Peter Pan y Bob Esponja recorrieron la plaza del Torico haciéndose fotos y jugando con los niños y niñas. El presidente de los Chachos, José Antonio Rodríguez, explicó que no pudieron contratar hinchables porque no cabían y por eso pensaron en los afamados muñecos. "Bob Esponja parece tener mucho éxito entre los niños", admitió el presidente. "En nuestra peña –continuó– tenemos gente de todas las edades y nanos hay 60, por tanto, para nosotros son muy importantes".

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