La población de la tercera edad del Maestrazgo tiene un deficiente acceso a la oferta comercial y en especial a la de bienes de consumo ocasional, como ropa, calzado o menaje. En una comarca con escasa presencia de establecimientos dedicados a productos de adquisición no diaria, los mayores de 65 años tienen una dependencia total del automóvil para acceder a las poblaciones que abastecen a la comarca, sobre todo Teruel, Castellón y Alcañiz. La necesidad de recurrir al coche se complica porque muchas de estas personas carecen de carné, de vehículo o no están en condiciones de conducir, lo que les obliga a pedir favores a familiares, amigos o vecinos para desplazarse.

La alta dependencia del coche particular para comprar y la falta de una oferta suficiente de transporte público para cubrir esta necesidad son dos de las conclusiones del estudio que ha llevado a cabo un equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad Politécnica de Madrid sobre acceso al comercio en el Maestrazgo, como ejemplo de área despoblada y mal comunicada. El trabajo, que se publicará en breve, señala que, principalmente, los jubilados tienen limitaciones «preocupantes» para hacer compras de carácter ocasional, según uno de los autores del informe, Julio Soria. Concluye que el acceso de este sector de población a la oferta comercial, diaria y ocasional, es «peor» de lo previsto.

El análisis, llevado a cabo a partir de 96 encuestas presenciales realizadas en los 15 municipios del Maestrazgo -que suman 3.700 habitantes-, señala que la dependencia del coche para las compras de artículos de consumo no diario se repite en los tres grupos de edad analizados: de 18 a 39 años, de 40 a 64 y de 65 en adelante. Sin embargo, entre jóvenes y adultos la preocupación por la accesibilidad es «relativa», porque están acostumbrados a utilizar el coche particular para desplazarse, incluso con viajes largos.

El estudio analiza la accesibilidad a pie, en coche particular y en transporte público. Aunque el acceso andando a las tiendas –en los pueblos que cuentan con ellas– es fácil debido al pequeño tamaño de las poblaciones, en caso de recurrir a coches la red de carreteras es «deficiente», y todavía es peor el sistema de transporte público.

Tras integrar en un solo indicador los tres modos de desplazamiento, los investigadores concluyen que el balance es «muy bajo» en toda la comarca, con la salvedad de Cantavieja, que por su centralidad dispone de mayor oferta, mejores comunicaciones y más conexión al transporte público.

Transporte a demanda

La investigación, desarrollada por Julio Soria, Aldo Arranz-López y Ricardo Badía-Lázaro, propone también medidas para mejorar las posibilidades comerciales de la población. Una vía propuesta es fomentar la compra por internet, una solución que tropieza con la mala cobertura actual y con la demora que comporta traer las mercancías de lugares alejados y por malas carreteras. Además, en el caso de la población que más se beneficiaría de esta alternativa, la de más edad, hay un grave problema de «brecha digital» que le impide aprovechar esta tecnología.

El estudio señala que, para agilizar la respuesta en caso de compra por internet, se deberían habilitar almacenes de distribución en la comarca o sus cercanías. Advierte, no obstante, de que dada la escasa demanda esta solución requeriría del apoyo económico de la Administración para que fuera rentable.

Otra acción pasaría por el «transporte a demanda», como explica Julio Soria. Esta medida permitiría que población joven residente en el Maestrazgo ofreciera su servicio para trasladar con coches particulares a personas interesadas en viajar a los centros comerciales. El traslado podría incluir a vecinos de varios pueblos en función de las necesidades y generar así una fuente complementaria de ingresos para los conductores. Soria reconoció que esta fórmula comporta dificultades administrativas y legales.

A su juicio, la mejor opción pasa por planificar la red de carreteras y de transporte público teniendo en cuenta la atracción comercial que ejercen sobre el Maestrazgo Teruel, Alcañiz y Castellón. Señaló que no tendría sentido promover comercios especializados de dudosa rentabilidad en la comarca cuando están disponibles en estos grandes núcleos del entorno. En su opinión, el comercio comarcal no es «una unidad autárquica» sino que se debe tener en cuenta que la zona forma parte del área de influencia de ciudades con amplia dotación.