La línea ferroviaria a Valencia consigue captar 15.000 toneladas a la semana

Aunque lejos todavía de sus mejores tiempos, cuando en los años 70 y 80 del siglo XX pasaban semanalmente de 50 a 60 trenes con madera, naranjas, coches, arena, arcilla o zahorra, la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Valencia vuelve a despertar el interés de las empresas para el transporte de su producción, confiado a grandes firmas de logística.

La ruta registra actualmente una veintena de convoyes de mercancías a la semana en los que viajan un total de 15.000 toneladas de productos diversos, una cifra más que relevante si se tiene en cuenta que en 2008, debido al deterioro del tramo Teruel-Sagunto, dejaron de pasar todos los mercantes.

La infraestructura es la misma diez años después, pero los pequeños arreglos de escasa inversión realizados por ADIF en la línea más recta entre el Cantábrico y el Mediterráneo han hecho que se multiplique el tráfico de mercancías. El pasado verano se eliminaron 8 limitaciones de velocidad entre Teruel y Barracas (Castellón) y en enero de este año entró en servicio el sistema ‘tren-tierra’, que permite a los mercantes circular también por la noche sin interferir con los trenes de viajeros.

Los convoyes, que transitan tanto en sentido Zaragoza-Teruel-Valencia como a la inversa, transportan coches recién salidos de la fábrica Opel en Figueruelas (Zaragoza) y contenedores con todo tipo de mercancías, desde alimentos a bicicletas o turismos desmontados y embalados. Renfe, Continental Raíl, Acciona Raíl, Low Cost Raíl, Comsa y Logitrén son las compañías de transporte ferroviario que operan actualmente en la línea.

Según datos de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), en los 4 primeros meses de 2018, el puerto de Valencia, centro neurálgico de los trenes de mercancías que circulan por la línea turolense, recibió 88 convoyes con un cargamento de casi 8.000 vehículos de la factoría de Figueruelas y cerca de 2.400 contenedores. A su vez y en el mismo plazo, partieron de sus muelles con destino a Zaragoza 84 trenes con 2.696 contenedores, ya que los convoyes de coches regresan de vacío. El mes con más tráfico fue marzo, con 32 trenes de ida y otros tantos de vuelta.

Se trata en algunos casos de transportes internacionales en los que la mercancía llega en barco hasta el puerto de Bilbao desde países del norte de Europa, como Islandia o Irlanda. El género se carga en el tren y viaja a través de Zaragoza y Teruel hasta el puerto de Valencia. En sentido inverso, hay trenes que recogen contenedores descargados en las dársenas valencianas y se dirigen a industrias de la capital aragonesa. Un tren va de Bilbao a Silla (Valencia) y varios, de Zaragoza a Valencia.

Para el portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel, Pablo Justo, la menor longitud de esta línea frente a su competidora por Tarragona permite a las operadoras de transporte ferroviario ahorrar tiempo y dinero –el gasto en combustible es menor–. Además, el ‘tren-tierra’ posibilita que el viaje se realice con un solo maquinista en lugar de los dos que se exigían antes.

Justo se muestra convencido de que cuando se reparen los puentes de la línea en mal estado –una obra prevista para este año– y, por consiguiente, se levante la limitación de carga que existe, según la cual los trenes no pueden llevar más de 20 toneladas por eje de Teruel a Sagunto en lugar de las 22,5 toneladas que imperan en otros recorridos, "aún pasarán más mercancías". "Ahí se verá –continúa– de qué es capaz esta línea".

Matiza que las "caóticas" obras del tercer carril en el Corredor Mediterráneo están desviando tráfico por Teruel que podría desaparecer una vez acaben los molestos trabajos. Y alerta de que el ansiado corredor Cantábrico-Mediterráneo, previsto por Teruel, "se está dibujando por Tarragona". "Es allí donde Fomento está invirtiendo de verdad", subraya. "Está surgiendo un eje entre el País Vasco, Zaragoza, Reus, Tarragona y Valencia que deja fuera a Teruel", denuncia.

Desde ADIF indican que el tráfico en la línea ha ido en aumento desde julio de 2017, cuando el número de surcos semanales –reservas de turnos para realizar un trayecto por vía férrea– pasó de 3 a 30 "y totalmente consolidados". Destacan que la reparación de los 11 puentes que presentan deficiencias se traducirá en un crecimiento del tráfico. "Los compromisos se están cumpliendo", subrayan.