Malestar por la negativa de Celaya a viajar a Teruel para explicar el proyecto del hospital

Los vecinos y los grupos municipales PAR, PP y Ganar consideran que la ausencia del consejero de Sanidad genera desconfianza

Pepe Polo, presidente de la Federación de Vecinos, y Antonio Catalán, de Teruel Existe, contemplan los terrenos donde está previsto levantar el hospital
Pepe Polo, presidente de la Federación de Vecinos, y Antonio Catalán, de Teruel Existe, contemplan los terrenos donde está previsto levantar el hospital
Javier Escriche

La negativa del consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Sebastián Celaya, a acudir a la capital turolense para explicar ante la Junta de Portavoces del Ayuntamiento los pormenores del proyecto del futuro hospital, así como los retrasos que está sufriendo esta infraestructura -demandada por la ciudadanía desde hace décadas-, ha generado malestar y enfado en la Federación de Asociaciones Vecinales de la ciudad y entre la mayoría de los partidos políticos con representación municipal.

"Celaya tiene miedo escénico, miedo a enfrentarse a una población que reclama un hospital y eso está muy mal en un político", denuncia el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales, Pepe Polo. A su juicio, lo más "justo" sería que el consejero se desplazara a Teruel "para dar una explicación de lo ocurrido y palpar el sentir de la ciudadanía". "Y de la misma forma -continúa el líder vecinal- los habitantes de Teruel tenemos derecho a expresar nuestro parecer, aunque sea levantando una pancarta a la entrada del Ayuntamiento". Para Polo, Celaya es reticente a venir a Teruel porque el proyecto del hospital no recoge dos de las demandas de la población, que son una gran mayoría de habitaciones individuales y una unidad de radioterapia.

El portavoz del grupo municipal del PAR, Julio Esteban -de quien partió la propuesta, luego aprobada por el resto de formaciones políticas en el Ayuntamiento, de invitar a Celaya a acudir a Teruel-, califica de "tomadura de pelo" el rechazo del consejero. "No es serio que primero dijera que sí y ahora rectifique y opte por no venir. Esto genera mucha incertidumbre, inquietud y malestar", señala Esteban. "Así -agrega el concejal aragonesista-, el convencimiento de que se va a hacer la obra en un tiempo prudencial va a ser muy escaso entre la población, porque todo es oscurantismo".

En opinión del PAR, el Gobierno aragonés "está mintiendo y no hace nada por el hospital; se ríe de la gente y por eso se merece un suspenso". Pese a que Celaya se ha ofrecido a recibir personalmente solo a la alcaldesa para darle cuenta de los trámites realizados, los portavoces de los grupos municipales han decidido acudir también a la reunión.

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, el popular Jesús Fuertes, no oculta la "sorpresa y enfado" que el cambio de parecer de Celaya ha causado entre los concejales de su grupo. Por su parte, Anabel Gimeno, de Ganar-Teruel, subraya que si el consejero "no quiere dar la cara y explicar lo sucedido, se generarán suspicacias".

El portavoz del grupo municipal socialista, José Ramón Morro, en sintonía con el Gobierno aragonés, de su mismo color político, destacó que el consejero está "abierto a recibir a la alcaldesa y, más adelante, a los alcaldes del área sanitaria del hospital, para darles todas las explicaciones".

"Lo importante es que empiecen las obras"

La coordinadora ciudadana Teruel Existe considera que, al margen del rechazo del consejero de Sanidad a viajar a la capital turolense para hablar del hospital, lo "importante" es que esta infraestructura se construya de una vez por todas. "Dejemos las cortinas de humo a un lado; lo que hace falta es que empiecen las obras", afirma el portavoz de la plataforma reivindicativa, Manuel Gimeno.

Teruel Existe denuncia que la población lleva demandando un nuevo edificio hospitalario desde 1981, cuando ya se interrumpió la construcción de una infraestructura de este tipo prevista en la zona de Dinópolis, pese a haberse colocado la primera piedra. En lugar de dicha actuación, se reformó por dentro el Obispo Polanco y, ya en los años 90 del siglo pasado, se amplió el centro en la parte de consultas externas. A esa decepción hay que sumar la provocada ahora por el hecho de que los dos procesos de adjudicación del actual proyecto para un nuevo hospital hayan resultado fallidos.

"Creo que 37 años reclamando un nuevo hospital es ya demasiado tiempo. No hace falta hablar tanto, sino ejecutar de una vez el proyecto, que en cuatro años podría estar listo", resalta Gimeno.

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