La gran afición por los dinosaurios y el mundo de la paleontología que despertó Dinópolis al abrir sus puertas en 2001 no remite. Casi 20 años después, centenares de personas, principalmente familias con niños pequeños y adolescentes, llegadas de distintos puntos del país, llenaron este sábado las instalaciones de este parque de la capital turolense en el primer día de su temporada número 18.

En la larga fila que guardaban los visitantes para entrar al simulador virtual 4D, que este año ofrece nueva película, ‘Dino Safari 2’, se veía la emoción en las caras de los niños. "Tengo muchas ganas de verla, pero igual me da miedo", decía Darius, de 8 años y procedente de Albacete. A la salida de esta atracción, en la que los espectadores sienten incluso el soplo del viento cuando el todoterreno que persigue a un ladrón de dinosaurios abandona un túnel, reinaba el entusiasmo. "Me ha encantado, sobre todo cuando el coche cae al agua", recordaba Alejandro, un madrileño de 10 años que celebraba su cumpleaños con una visita a Dinópolis. Para su padre, Rubén Sánchez, lo mejor del parque son "los muchos conocimientos que se adquieren en una visita".

El parque arranca la temporada con un total de 70 empleados entre su sede principal en la ciudad de Teruel y las otras siete que están repartidas por la provincia, concretamente en los municipios de Peñarroya de Tastavins, Riodeva, Albarracín, Rubielos de Mora, Castellote, Ariño y Galve. No obstante, espera alcanzar durante la temporada alta –los meses de verano– picos de entre 125 y 130 contrataciones.

La directora-gerente de las instalaciones, Higinia Navarro, afirmó que el parque estaba registrando "muy buena afluencia de gente" desde primera de la mañana. "Mi percepción es muy positiva" subrayó. También hubo un buen número de visitantes que compraron el bono para toda la temporada, pues muchas familias, especialmente residentes en Teruel, repiten la visita durante varios fines de semana a lo largo del año.

Navarro destacó que los aproximadamente dos meses –enero y febrero– en los que las instalaciones permanecen cerradas se utilizan para la puesta a punto del parque, incorporando novedades y mejorando las atracciones y los servicios que ya existen. "Tenemos, incluso, un equipo técnico específico que trabaja muy duro para que todo esté en perfectas condiciones para la nueva temporada", explicó la directora-gerente de Dinópolis.

Los audiovisuales y espacios interactivos que se estrenan este año registraron una gran demanda. Lucía, de 14 años, procedente de Madrid, valoraba enormemente el panel multimedia de la sala de los dinosaurios: permite obtener información detallada, a través de una pantalla táctil, de los fósiles y sus yacimientos de procedencia que hay en una vitrina. "Es muy interesante y he aprendido mucho", afirmó la joven.

Fósiles al microscopio

No muy lejos, niños y adultos disfrutaban con la nueva tecnología que permite ver con 8.000 aumentos el famoso fósil de una serpiente hallada en Libros. El estudio de este resto petrificado ha posibilitado establecer un método inédito para descifrar el color de especies de serpientes extintas en base a la forma y tamaño de los dibujos de la piel del reptil fosilizado.

Los espectáculos teatrales para los más pequeños, como el musical infantil ‘El club de los paleontólogos’ y ‘Turol Jones y la Máquina del Tiempo’, estuvieron a rebosar de público durante la mañana. "Ha estado muy divertido", señaló Ismael Castro, que visitaba Dinópolis junto a su mujer y sus dos niñas de 4 y 6 años por primera vez. La familia, de Madrid, tenía previsto pernoctar en Teruel para dedicar el día de hoy a un recorrido turístico por la ciudad.

También expresaban su grata sorpresa quienes visitaban la sección ‘Tierra Magna’, con reproducciones a escala natural de grandes y pequeños dinosaurios a las que este año se ha sumado un conjunto escultórico en el que un Tastavinsaurus y un Baryonyx luchan entre sí. "Es superreal", exclamaba un padre de familia mientras se hacía una foto simulando estar bajo una de las enormes patas del Tastavinsaurus.

Desde que hace 17 años se abriera Dinópolis, el número de hoteles en Teruel se ha multiplicado y está creciendo el número de soluciones para el hospedaje de visitantes, como las Viviendas de Uso Turístico (VUT) y los apartamentos, que antes tenían solo una presencia testimonial. El sector de la hostelería viene reclamando que el parque sobre dinosaurios amplíe en lo posible su periodo anual de funcionamiento porque este repercute directamente en la demanda de alojamientos en Teruel y su comarca.