El Arquillo gana 0,7 hectómetros cúbicos en 5 días con las lluvias tras dos años de descenso continuado

La presa pasa del 13,5% al 16,7% de su capacidad, pero la Confederación del Júcar es cauta sobre el alcance de la recuperación.

La fuente de Cella vuelve a manar tras el último temporal de lluvia.
La fuente de Cella vuelve a manar tras el último temporal de lluvia.
Jorge Escudero

Las últimas lluvias en la sierra de Albarracín han aliviado la fuerte sequía que padece la cuenca del Guadalaviar y han mejorado ligeramente la situación del pantano del Arquillo, la principal fuente de suministro de Teruel, que en cinco días ha ganado 0,68 hectómetros cúbicos y ha pasado de estar al 13,5% de su capacidad al 16,7%. El repunte, que rompe con dos años continuados de descenso, no afecta de momento a las restricciones adoptadas para reducir el consumo en la ciudad.

Las precipitaciones, que alcanzan sus máximos en Griegos –con 150 litros por metro cuadrado acumulados desde el pasado día 1 de marzo–, han permitido la recuperación del caudal del río Guadalaviar, que, en su entrada al pantano del Arquillo, ha pasado de un aforo de 0,09 metros cúbicos por segundo a mediados de febrero a los 0,13 de ayer. El salto es más espectacular en la estación de medición de Gea de Albarracín, que ha pasado en el mismo periodo de 0,26 metros cúbicos por segundo a 2,68, diez veces más.

El concejal de Medio Ambiente de Teruel, Julio Esteban, ha explicó este lunes que la subida del nivel del pantano supone un «respiro» después de haber alcanzado mínimos que no se registraban desde la histórica sequía de 1995 –el pantano se quedó al 1,4% de su capacidad–. Esteban ha añadido que se ha producido «un cambio de tendencia que podría acabar con un largo periodo de sequía».

Ha señalado que, mientras que las nevadas del pasado febrero no tuvieron ninguna repercusión en el nivel del Arquillo al caer sobre un suelo que estaba «muy seco», el último temporal –del 1 al 5 de marzo– ha incrementado significativamente el agua embalsada. Con sus 3,51 hectómetros cúbicos actuales, el pantano recupera el nivel de mediados del pasado mes de noviembre.

El edil no contempla de momento la anulación de las restricciones al consumo aplicadas desde octubre de 2017: suspensión de riego de jardines y del baldeo de calles y cierre de todas las fuentes públicas. Ha aclarado que ni siquiera se plantea levantar la campaña de «buenas prácticas» en el uso del agua, aunque las reservas mejoren. Julio Esteban ha resaltado, además, que las lluvias, que según las previsiones meteorológicas podrían continuar, mejorarán el estado de la vegetación de las zonas verdes de la ciudad, castigadas por la sequía y los recortes de riego.

Otras medidas adoptadas para reservar el agua del embalse, son reducir las extracciones para abastecer a la ciudad y compensar el recorte con un incremento del agua de las perforaciones hasta suponer el 50% del consumo. Además, el Ayuntamiento prevé llevar a cabo cuatro sondeos de investigación en el entorno del puerto de Escandón en busca de acuíferos que podrían reforzar las actuales captaciones.

El alcalde de Griegos, Manuel Lapuente, ha explicado que el alto volumen de lluvia acumulado en el municipio se ha reflejado en la recuperación del caudal de las fuentes y barrancos. «El agua sale por todas partes», ha señalado Lapuente, que resaltó la excepcionalidad de la lluvia caída en la localidad, muy superior a pueblos cercanos, como Tramacastilla o Orihuela del Tremedal.

Desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) se han mostrado muy cautos respecto a la incidencia que tendrán las lluvias en el pantano del Arquillo a largo plazo y remitieron cualquier valoración al respecto a «que pase más tiempo». Los 0,68 hectómetros ganados en los últimos cinco días serían suficientes para abastecer a la ciudad durante dos meses sin tener que recurrir a pozos.

La fuente de Cella rebosa

Las campanas de la iglesia de Cella repicaron el pasado sábado para celebrar que la monumental fuente del pueblo volvía a manar tras 9 meses sin caudal. Las intensas lluvias de la sierra de Albarracín lograron que el pozo artesiano pasara de la completa desecación a verter agua por la acequia de desagüe. El alcalde, Joaquín Clemente, se ha mostrado precavido sobre el repunte porque, según dijo, el agua muy clara que aflora y la lenta recuperación son síntomas de una recarga limitada del acuífero.

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