Las obras de la unidad de crónicos reducen a la mitad una sala de espera del Polanco

Sindicatos sanitarios denuncian falta de espacio en el hospital de Teruel y piden la construcción del nuevo edificio.

La sala de visitas de la planta cuarta ha perdido espacio al construirse un almacén –en primer término–.
La sala de visitas de la planta cuarta ha perdido espacio al construirse un almacén –en primer término–.
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La construcción de la nueva unidad para enfermos crónicos del hospital Obispo Polanco de Teruel ha obligado a reducir a la mitad el espacio de la única sala de espera para familiares de pacientes ingresados que existe en la planta cuarta, donde ha sido incluido el nuevo servicio, dotado con 16 camas y un hospital de día.

La superficie restada a la sala de espera ha permitido construir allí un habitáculo al que ha sido trasladado el almacén de ropa y material sanitario que antes estaba junto a las habitaciones y que ahora ha tenido que ser suprimido para dar espacio a la nueva unidad para enfermos crónicos, cuya puesta en servicio es inmediata.

Así, la zona donde se guardan ahora sábanas, toallas, pijamas y demás lencería para las habitaciones de los pacientes, así como mascarillas y suero, entre otros materiales sanitarios, se encuentra justo enfrente de la salida de los ascensores destinados a uso público y más alejada del área de ingreso de pacientes de lo que lo estaba el anterior almacén.

Diversas fuentes sanitarias afirmaron este miércoles que la medida ha supuesto "mayor incomodidad" para los trabajadores, que ahora no tienen tan a mano como antes el almacén de lencería. Destacaron, además, que la sala de espera se ha quedado "pequeña" en el caso de que coincidan familiares de más de un enfermo.

Para los sindicatos sanitarios, la construcción del nuevo almacén a costa de la mitad de la superficie de la sala de espera es "un ejemplo más" de la falta de espacio que padece el hospital Obispo Polanco, que cumplirá 65 años a lo largo de 2018 –la vida útil de este tipo de edificios se sitúa en 30 años–. Sus representantes en la provincia reclaman que se construya el nuevo hospital del Planizar, prometido desde 2005 y aún sin fecha para el comienzo de las obras tras una serie de avatares que han ido retrasando su ejecución durante más de una década.

"Lo sufrimos a diario"

Desde la sección de Sanidad de UGT-Teruel señalan que la carencia de espacio afecta "a todas las plantas del hospital y es un problema que sufrimos a diario trabajadores y pacientes". "El centro se colapsa enseguida –continúan–, por no hablar de que hay servicios que no tienen ni una sola habitación individual para poder aislar a un paciente, todo son habitaciones compartidas". "Cualquier novedad que se introduce, hay que meterla con calzador, moviendo a otros servicios para conseguir un hueco porque no hay sitio por ningún lado", añaden.

Para el sindicato de enfermería Satse, "este hospital no da para más y eso supone un problema cuando hay que incorporar nuevos servicios". "Es siempre más de lo mismo", indican.

La secretaria de CC. OO. en Teruel, Pilar Buj, opina que lo ocurrido con la sala de espera para familiares de enfermos hospitalizados en la planta cuarta del Obispo Polanco "es la muestra de que las necesidades de Teruel no se están atendiendo por parte de las Administraciones". "Es una vergüenza que Teruel, como capital de provincia, tenga un hospital que no cubre las necesidades de la población", denunció Buj.

"Parece un centro de salud"

A juicio de la líder de CC. OO., el Obispo Polanco "se parece cada vez más a un centro de salud y no a un hospital general", refiriéndose con ello a la "falta de instrumental y equipamientos", propiciada, según dice, "por el hecho de no tener un centro hospitalario nuevo con las condiciones que precisa la población turolense".

Buj apeló a la "obligación moral" del Gobierno aragonés de acelerar la construcción del nuevo hospital del Planizar. "Que dejen de darle vueltas y de discutir entre ellos, lo que tienen que hacer es remar todos juntos para que el edificio hospitalario que Teruel necesita sea una realidad", subrayó.

Recientemente, hubo que cerrar dos terrazas de la planta segunda para poder habilitarlas como almacén de lencería y guardarropa para el personal de traumatología al haber sido desplazados estos servicios de su ubicación original con el fin de hacer hueco a los despachos de los facultativos de urología. A su vez, estos despachos médicos habían sido trasladados desde la planta cuarta a la segunda para poder ubicar allí la nueva unidad de enfermos crónicos. Las quejas no se hicieron esperar, pues el personal de traumatología no consideraba "normal" que su ropa de abrigo para salir a la calle tras la jornada laboral estuviera "helada", al no haber calefacción en el nuevo guardarropa.

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