Estudian reforzar las vallas contra ventisqueros tras los problemas durante el último temporal
El vendaval que acompañó a la nevada dificultó el trabajo de las quitanieves y complicó la circulación durante días
El Ministerio de Fomento estudia reforzar los vallados de madera contra la formación de ventisqueros que existen en distintos puntos de la red nacional de carreteras en la provincia de Teruel. La idea surge tras los graves problemas de circulación y las dificultades que tuvieron para trabajar las máquinas quitanieves a causa de la última nevada, caída del 4 al 11 de febrero, y que estuvo acompañada durante varios días de un fuerte vendaval.
Se trataría de instalar una segunda barrera de estacas allí donde hay una única empalizada y se estima conveniente disponer de una mayor defensa contra la nieve. En ocasiones, con una determinada configuración del terreno, el manto blanco movido por el viento se acumula formando depósitos de más de un metro de altura en el entorno de las vías de comunicación, haciendo muy peligrosa, cuando no imposible, la conducción por estos tramos de carretera.
Pese a que la medida puede parecer de aplicación sencilla, no lo es tanto. La segunda barrera debe estar detrás de la que ya existe cerca de la carretera y a una cierta distancia de esta, es decir, más adentrada en el monte, lo que en muchos casos hará necesario recurrir a expropiaciones de terrenos a propietarios particulares al tratarse de una superficie fuera de la zona de dominio público.
Además, la actuación precisará de la elaboración de un proyecto específico. El objetivo es que la nieve que cae en los páramos turolenses, cuya altitud alcanza en algunos puntos los 1.800 metros sobre el nivel del mar, no acabe en la calzada dificultando el tráfico rodado.
Por el momento, operarios de la Unidad de Carreteras de Teruel reparan estos días los antiventisqueros de la red estatal a su paso por la provincia. En la N-420 (Córdoba-Tarragona ) a la altura de Mezquita de Jarque, además de rehabilitar la barrera contra la nieve, se está procediendo a alargar su longitud en 30 metros a fin de que un mayor tramo de calzada quede protegido de los efectos de la ventisca, si bien esta intervención estaba ya programada antes del temporal de los días pasados.
El accidente de tráfico más grave durante la nevada, con el balance de 5 personas heridas de consideración, tuvo lugar precisamente en un tramo de la N-420 a su paso por el término de Mezquita de Jarque afectado por ventisqueros y cuya calzada estaba cubierta de nieve. Fuera de la red principal de carreteras, en la A-226 entre Fortanete y Cantavieja, concretamente en el puerto de Cuarto Pelado, la noche del 9 al 10 de febrero una ambulancia con el conductor y una técnico quedó atrapada durante siete horas en un gran ventisquero, pese a que en este punto hay barreras. A ello hay que añadir que al menos 5 carreteras locales permanecieron cortadas durante varios días debido a la acumulación de nieve por el viento.
"No son infalibles, pero ayudan"
El alcalde de Cantavieja, Ricardo Altabás, explica que las vallas antiventisqueros no llegan a impedir totalmente la formación de depósitos de nieve en la calzada, aunque sí reducen considerablemente el volumen y altura de estos, evitando en algunos momentos que la vía de comunicación quede cortada.
"No son infalibles, pero ayudan a mejorar la situación", afirma el regidor, quien entiende que la instalación de estas barreras allí donde no existen sería positiva mientras que el refuerzo de las que ya funcionan también podría resultar de ayuda. Altabás reclama, además, que estas defensas "se mantengan siempre en buen estado de conservación, que no siempre lo están".
Desde el Ayuntamiento de Fortanete reivindican la colocación de vallas antiventisqueros en la carretera local que une la localidad con las pistas de esquí de Valdelinares, diez kilómetros de la cual discurren por páramos abiertos a 1.800 metros de altitud.
"Allí donde falta la protección del bosque, se forman ventisqueros, a veces, por encima de un metro de alto y no podemos abrir la carretera con la quitanieves que tenemos", explican. Las mismas fuentes destacaron que esta vía de comunicación es utilizada por el turismo castellonense aficionado al esquí.