El Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés ha denegado al Servicio de Oftalmología del hospital Obispo Polanco de Teruel la posibilidad de realizar una novedosa técnica para el tratamiento del glaucoma que evitaría desplazamientos de los pacientes a Zaragoza, donde ya se viene aplicando este método consistente en el implante de un diminuto tubo de colágeno que facilita el drenaje del ojo disminuyendo la presión intraocular.

Los oftalmólogos de Teruel solicitaron poder incorporar esta técnica, conocida como ‘Implante XEN subconjuntival para Cirugía de Glaucoma’, a la cartera de servicios del hospital, al considerar que el procedimiento no es complicado, que no se precisa para su puesta en marcha de un aparataje especial y que su aplicación desde el propio centro sanitario turolense facilitaría el acceso a la misma de los pacientes. De hecho, los profesionales han estado recibiendo la formación necesaria y ya habían seleccionado un grupo de entre 10 y 12 enfermos a los que se les iba a aplicar este tipo de cirugía mínimamente invasiva.

Sin embargo, el Salud ha considerado que el volumen de casos de glaucoma en Teruel susceptibles de mejorar con el implante XEN es tan reducido que los oftalmólogos no podrían adquirir la habilidad y destreza necesarias y ha resuelto que todos los pacientes sean tratados en los hospitales Miguel Servet o Clínico de Zaragoza.

Tampoco en los hospitales de Huesca, por el mismo motivo que en Teruel, se podrá realizar este tratamiento, cuyo desarrollo ha sido igualmente denegado desde el Departamento de Salud. No obstante, el hospital Comarcal de Alcañiz sí trata a sus pacientes con el procedimiento XEN subconjuntival.

Cien casos en todo Aragón

"Se trata de una técnica muy incipiente y en todo Aragón solo hay al año alrededor de un centenar de casos, por lo que el servicio se concentrará en Zaragoza", aclaran desde Sanidad y recuerdan que algunas comunidades autónomas ni siquiera lo han incluido todavía en la cartera de servicios de sus hospitales públicos. El Departamento ha ofrecido a los oftalmólogos de Teruel acudir a los hospitales zaragozanos cuando se lleven a cabo este tipo de intervenciones "para adquirir la práctica que se precisa", sin descartar que en un futuro, si cambian las circunstancias, el tratamiento pueda realizarse en el Obispo Polanco de Teruel.

La negativa de la DGA ha sentado como un jarro de agua fría a los profesionales de Teruel, que estaban ilusionados con poder ofrecer esta técnica a los pacientes, la mayoría de avanzada edad y con verdaderos problemas para desplazarse a Zaragoza, a 171 kilómetros de distancia. Ahora, los enfermos tendrán que viajar a la capital aragonesa para someterse al implante y luego ponerse de nuevo en manos de los oftalmólogos de Teruel de cara al posterior seguimiento preceptivo de la intervención.

Diversas fuentes sanitarias reclamaron "el derecho de todos los médicos y enfermeros de Aragón a desarrollarse profesionalmente con equidad". Estas mismas fuentes alertaron de que frenar la ampliación de la cartera de servicios del hospital Obispo Polanco de Teruel cerrándola a nuevas técnicas "desanima" a los facultativos y crea "complicaciones" a los pacientes.

"Sin motivación profesional, los médicos se van", advirtieron dichas fuentes, recordando las dificultades que encuentra el Departamento de Sanidad del Gobierno aragonés para cubrir las plazas de especialistas que quedan vacantes en el hospital Obispo Polanco de Teruel.