Cáritas mejorará su programa de apoyo escolar con actividades de ocio y deporte

Cerca de medio centenar de niños acuden a repaso con maestros voluntarios.

Fernando Sánchez, profesor voluntario, con sus alumnos en el edificio San Nicolás de Bari.
Fernando Sánchez, profesor voluntario, con sus alumnos en el edificio San Nicolás de Bari.
Jorge Escudero

"No solo matemáticas y lengua". Así define el director de Cáritas en Teruel, Juan Marco, el objetivo que se ha fijado la organización humanitaria para mejorar el programa de apoyo escolar que desarrolla desde hace años con casi medio centenar de niños que residen en la capital turolense desde el edificio San Nicolás de Bari.

Cáritas quiere incluir en el proyecto actividades deportivas, así como talleres de cine, teatro o humor "que motiven a los chavales a venir a nuestras aulas en lugar de quedarse por la calle". "Los alumnos –continúa Marco– deben estar a gusto y las clases no tienen que ser solo una continuidad de lo que aprenden en la escuela. Por eso, revisaremos nuestro proyecto".

Las novedades no afectarán al curso actual, ya en marcha. La previsión es que sean una realidad a partir del próximo mes de septiembre, de cara a la temporada 2018-2019. Entre las ideas que baraja Cáritas figura la creación de un equipo de futbito, pero también la organización de grupos de teatro o cine y la realización de excursiones a parajes naturales "en las que los chicos aprendan a valorar el medio ambiente y orienten su vida de una forma sana", dice Marco.

Son entre 12 y 15 los voluntarios –la mayoría vinculados al mundo educativo– que dos veces por semana se ocupan de dar repaso gratuito a aquellos niños que lo necesitan tras su jornada escolar. La importante demanda que registra esta prestación llevó a Cáritas a ampliar las aulas de apoyo en 2016. Generalmente, son los orientadores de cada colegio turolense quienes derivan a los escolares a Cáritas.

Muchos de los chavales que precisan de un refuerzo en su aprendizaje son aquellos cuyos padres nacieron en países de lengua distinta al español y, por este motivo, "no pueden llevar a cabo con sus hijos el seguimiento escolar que quisieran a la hora de hacer los deberes, ya que no tienen un buen conocimiento del idioma que los niños utilizan en clase", explica Mapi Fombuena, trabajadora social de Cáritas-Teruel.

Atención integral

Fombuena destaca que la entidad humanitaria ofrece una "atención integral" a las familias cuyos niños acuden al repaso, ayudando también a los padres tanto en la búsqueda de empleo, como en la mejora del conocimiento de la cultura española y en su perfeccionamiento del idioma.

Fernando Sánchez, uno de los profesores que altruistamente ayuda a los niños en San Nicolás de Bari, explica que la mayor parte de sus alumnos "se esfuerzan mucho por aprender, sin necesidad de incentivarlos". Admite, no obstante, que a otros les falta hábito de estudio "y con ellos hay que trabajar más". Asegura que muchos de los chavales a los que les da repaso "lograrán salir adelante en sus estudios porque ponen muchísimo interés en progresar".

El profesor destaca que dar clase a chavales que lo necesitan ha supuesto para él "una experiencia muy satisfactoria". "Disfruto mucho con esta actividad y el hecho de comprobar que los alumnos avanzan compensa toda mi dedicación", explica.

Mapi Fombuena resalta que gran parte del éxito del programa de apoyo escolar reside en que los grupos son muy reducidos, a veces, de tan solo cuatro o cinco chavales –de entre 6 y 12 años de edad– por profesor, lo que garantiza el aprendizaje.

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