Más de doscientos agentes velarán en Teruel por la seguridad en la fiesta de las Bodas de Isabel

A falta de una semana para que dé comienzo en Teruel la recreación histórica de las Bodas de Isabel, la Junta Local de Seguridad ya ha ultimado el operativo que garantizará el orden durante esta multitudinaria celebración.

Unos 260 agentes, entre Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local velarán para que la fiesta basada en la leyenda de los Amantes se desarrolle sin contratiempos. La ciudad contará con una vigilancia especial por tierra y aire, ya que se ha previsto la presencia de dos helicópteros que sobrevolarán los perímetros de la ciudad durante los tres días que dure el acontecimiento.

El subdelegado del Gobierno, José María Valero, ha aclarado este martes que el operativo designado durante la recreación medieval, que logra multiplicar la población de Teruel, se adapta a las medidas establecidas dentro de la situación del nivel de alerta 4 por terrorismo en la que se encuentra el país y que se activa específicamente en momentos de mayores aglomeraciones. En este sentido ha apuntado que estarán a pleno rendimiento todos los efectivos de Policía Nacional en Teruel, a los que se sumarán la unidades de lucha contra los carteristas de Zaragoza y la UPR (Unidad de Prevención y Reacción).

Agentes de la Guardia Civil extremarán, por su parte, la vigilancia en los principales accesos por carretera a la ciudad, como medida disuasoria "para prevenir la presencia de alcohol y drogas en la conducción", explicaba el subdelegado. Un control similar se llevará a cabo en las estaciones de ferrocarril y autobuses.

Valero insistía en que el principal problema con que se enfrentan a la hora de garantizar la seguridad es el derivado de la gran afluencia de personas que visitan la ciudad, por lo que la posibilidad de que se produzcan peleas como consecuencia del consumo de alcohol, pequeños robos o venta de drogas se acrecienta. El subdelegado aclaraba que por esta razón se adopta un operativo "similar al que se dispone durante las fiestas de la Vaquilla, si bien el público que acude a estas es muy distinto al de las Bodas de Isabel, que tiene más bien carácter familiar".

La clave para que la operación de seguridad ofrezca buenos resultado radica, según José María Valero, en la coordinación, entre las fuerzas del Estado y la Policía Local, que se viene produciendo desde los inicios de esta fiesta. La plantilla de esta última estará disponible al cien por cien, con la presencia de 8 agentes por turno. Y se ha previsto que cada una de las 150 jaimas que se distribuyen por la ciudad recreando el tejido social de una ciudad del siglo XIII cuente con dos responsables.

Cambio de escenarios

Las novedades que se han introducido este año en los escenarios de la representación teatral, como consecuencia de las obras que se llevan a cabo en la fachada del Museo Provincial, han provocado algunos cambios en el operativo de seguridad. El itinerario se ha adaptado a las escenas del pregón, que se desarrollará en el balcón del Ayuntamiento; y del funeral, que tendrá como marco el Seminario.

Además del orden público, se han establecido las premisas para evitar problemas en una fiesta que se desarrolla íntegramente en la calle, con la presencia de 280 puestos de mercado medieval y 150 jaimas. Se pretende, como sugería la alcaldesa, Emma Buj, que, al igual que en época medieval, el aspecto sea el de "un caos bien organizado".

El hecho de que de los 280 puestos de artesanos, 111 sean de alimentación obliga a redoblar la vigilancia para garantizar la higiene y sanidad alimentaria. "Son necesarios –destacaba la regidora turolense–, porque sería imposible atender las necesidades de todos los visitantes solo con los establecimientos hosteleros de la capital".

Una carpa con capacidad para 1.675 personas, ubicada en la explanada de los Planos, permitirá descongestionar los escenarios lúdicos del Centro Histórico, además de incrementar la oferta musical destinada al público más juvenil.