El Ayuntamiento de Teruel pondrá en marcha por segundo año consecutivo un reglamento para regular el encendido de hogueras durante la fiesta de San Antón, una tradición que cada año gana adeptos y que en 2017 logró concentrar en diferentes barrios de la capital un total de 166 fuegos.

Con el objetivo de garantizar la seguridad de los ciudadanos que participan en esta festividad –que tendrá lugar los días 19 y 20 de enero–, así como de mantener la limpieza de la ciudad, una de las más importantes medidas que se van a adoptar va encaminada a controlar el número de hogueras a través de un registro municipal. Las asociaciones, comunidades de vecinos o particulares deberán presentar una solicitud al Ayuntamiento antes del 17 de este mes especificando la ubicación, el día y el nombre de una personas mayor de edad responsable de cada una de las fogatas. "Si se detecta una infracción, la Policía Local se encargará de apagar el fuego", advertía el concejal de Medio Ambiente, Julio Esteban.

Se ha establecido, asimismo, un horario que va desde las 18.00 a las 2.30, con objeto de garantizar el descanso de los residentes de las viviendas cercanas a las zonas donde proliferan las hogueras, la principal, la explanada situada frente al centro de salud del Ensanche. Y de cara a la seguridad de los participantes, también se ha regulado la distancia entre las pilas de materiales de combustión, que deberán situarse, al menos, a 5 metros de edificios, coches y tendidos eléctricos. Entre fuegos habrá una separación no inferior a 10 metros. "Por supuesto, está prohibido prender llamas sobre zonas pavimentadas, en parques o bajo arbolado", aclaraba Julio Esteban, quien recordó el veto al uso de productos inflamables, explosivos o plásticos. "Por seguridad y para evitar emisiones de gases contaminantes", ha matizado el concejal de Medio Ambiente.

Del reglamento específico para la fiesta de San Antón, aprobado el año pasado, se ha excluido en esta edición la obligatoriedad de disponer de un extintor en cada una de las hogueras. "Pensamos que se puede suplir con otras medidas y, además, fomentó l año pasado el hurto de estos objetos en comunidades de vecinos", aseguraba Esteban.

Entre las normas, el edil destacó la importancia de la presencia de la figura de un responsable en cada una de las fogatas, ya que, a su juicio, facilita que el encendido se lleve a cabo con mayores garantías de seguridad, "además de mejorar la limpieza del entorno una vez concluida la celebración".

Mayor presencia policial

La idea de regular esta actividad surgió ante la multiplicación de hogueras sin control durante la fiesta de San Antón que se venía detectando en diferentes barrios de la ciudad. Según la tradición, en torno a ellas se concentran grupos de amigos o familiares para degustar alimentos previamente asados entre las brasas, una costumbre que, según confesaba el concejal de Seguridad Ciudadana, Jesús Fuertes, iba derivando peligrosamente "en la celebración de gigantescos botellones hasta altas horas de la madrugada por grupos de jóvenes".

El reglamento, así como una mayor presencia policial han logrado, en su opinión, "eliminar los problemas existentes como lo demuestra el éxito de las medidas ya adoptadas el año pasado". De hecho, no se levantaron actas de sanciones ni se detectaron comportamientos incívicos en la edición anterior. Fuertes informaba de que para reforzar la seguridad y garantizar el cumplimiento de la normativa, que se emitirá a todos los ciudadanos a través de un bando, se ha acordado la presencia de un dispositivo especial de la Policía Local, con la participación de tres coches que patrullarán por toda la ciudad.