El balance del sector agrario de 2017 no puede ser más pesimista en la provincia de Teruel. Los agricultores lamentan que la falta de precipitaciones, que se encadena desde hace cuatro años, ha provocado graves pérdidas en la producción cerealista, cifradas en más de un 40% con respecto al año anterior. Y lo que es peor: temen que la situación se reproduzca en 2018 ante la imposibilidad de que las siembras fructifiquen por la ausencia de lluvias.

El secretario provincial de UAGA Teruel, Roberto Sanz, manifestaba ayer gráficamente que en Teruel "ya no es posible vivir de la agricultura del cereal". Según dijo, la persistente sequía, a la que se suman "ayudas arcaicas", que no responden a las necesidades de las explotaciones actuales por haber sido concebidas hace más de 17 años, "hacen inviable que una familia pueda vivir de este sector".

Sanz mostró su desánimo al asegurar que nunca se había producido una situación como la registrada en la actualidad, con los campos cerealistas, sobre todo de la margen derecha del Ebro, prácticamente estériles. "No tenemos ni una hectárea en la que hayan nacido plantas", afirmaba el sindicalista. "Los mayores no recuerdan unos campos tan secos como estos", añadió. Las condiciones solo podrían cambiar, a su juicio, si las ansiadas precipitaciones hicieran acto de presencia en los próximos meses, a tiempo para germinar el cereal tardío, en el mes de febrero.

UAGA considera que los datos agrarios turolenses son los peores, con diferencia, de todo Aragón. Pese a ello, la provincia no ha sido incluida en el decreto de la sequía debido a que, según los sindicalistas, las cifras turolenses han sido "enmascaradas" por las producciones normales registradas este año en Huesca y Zaragoza.

La producción final agraria en la Comunidad autónoma se ha cifrado en 3.700 millones de euros, de los cuales solo 500 millones corresponden a la provincia de Teruel.

La actualización de las ayudas, la mejora de rendimientos de los seguros, que, según los agricultores, son insuficientes, y la diversificación de los cultivos se presentan como las únicas alternativas para el mantenimiento del sector.

Ganadería

Roberto Sanz sostiene que la ganadería, y dentro de esta el porcino, es hoy por hoy la opción más viable para suplir la falta de rendimientos en la agricultura ya que, según subrayó, el ovino no atraviesa un buen momento, incluso, con una tendencia a la desaparición.

El secretario de UAGA-Aragón, José Manuel Penella, coincidió con Sanz al afirmar que el porcino tiene un importante peso dentro del sector agrario al representar el 41% de la producción final. La provincia turolense supone el 25% de la ganadería porcina aragonesa.

Penella se mostró igualmente partidario de modernizar y diversificar las explotaciones y los cultivos, que permitan "abandonar el monocultivo". "Porque –aclaró– actualmente somos muy vulnerables a las inclemencias climatológicas".

El líder sindical defendió la inclusión de Teruel en las medidas contra la sequía para afrontar "el desastre en las cosechas". A su juicio, son imprescindibles para evitar sembrar en precario. "Hay miedo a la siembra porque no hay liquidez –advirtió–. Da pena mirar las tierras, que ahora deberían estar verdes como campos de golf".

Para frenar el declive al que se dirige el campo, el sindicalista apostó por incluir en los presupuestos ayudas agroambientales y en favor de la ganadería extensiva.