La Cuenca Minera recuerda al trabajador fallecido en la térmica de Andorra en el día de Santa Bárbara

La cuenca minera turolense ha vivido esta mañana el día de Santa Bárbara más negro que se recuerda. La muerte del andorrano Luis Polo Polo (55 años) el pasado viernes tras sufrir un accidente laboral en la Central Térmica de Andorra ha marcado las celebraciones de la patrona de los mineros. Aunque los grupos de producción de la planta térmica andorrana no han dejado de echar humo ni un segundo, a las doce de la mañana todos los trabajadores de las instalaciones -a excepción de los puestos que tienen que estar controlados continuamente-, se han concentrado en la puerta principal de las oficinas centrales para guardar cinco minutos de silencio. Ha sido un acto íntimo en el que no se ha permitido el acceso a los medios de comunicación ni a personal ajeno a las instalaciones.

Tras el silencio, ha tomado la palabra el director de centrales térmicas de carbón de Endesa, José Ribelles. Ha recordado a Polo y ha trasladado las condolencias a su esposa e hijas. «Tendría que ser un día de celebración pero estamos abatidos, apesadumbrados... No nos lo terminamos de creer», ha dicho después el presidente del comité de Empresa, Hilario Mombiela, visiblemente afectado.

Mombiela ha asegurado que la pérdida de su compañero les ha dejado «rematados y desesperados». Ha recordado que las causas del accidente que acabó con la vida de Polo siguen en fase de investigación y que han llegado a la Térmica, además de la Policía Judicial e Inspección de Trabajo, técnicos y especialistas desde Madrid e Italia para participar en el proceso. «Aunque es muy difícil que se aclare lo que ocurrió de verdad porque no hay testigos», ha lamentado.