Los turolenses se vuelcan con las comparsas de más de cien gigantes llegadas de todo Aragón

Los personajes recorrieron durante la mañana las calles del centro junto a las bandas de música. El acto se enmarca dentro del 800 aniversario de los Amantes.

El paseo del Óvalo fue el escenario de la 'plantada' de los gigantes.
El paseo del Óvalo fue el escenario de la 'plantada' de los gigantes.
Antonio García/bykofoto

No podía ser de otra manera. Los gigantes que representan a Isabel de Segura y Diego de Marcilla, la última adquisición de la comparsa de Teruel y bautizados hace tan solo un mes, abrieron ayer una insólita comitiva compuesta por 123 de estas enormes figuras pertenecientes a agrupaciones de toda la comunidad autónoma. Las calles del Centro Histórico se vieron desbordadas con la presencia de unos mil participantes, entre porteadores, ayudantes y músicos, que acudieron al decimoséptimo encuentro de Gigantes de Aragón, un evento que tiene lugar cada año en una población distinta. En Teruel se ha enmarcado dentro de los actos que conmemoran el 800 aniversario de los Amantes.

Turolenses y visitantes se volcaron con un espectáculo singular, lleno de color y de la música de decenas de dulzainas, que arrancó a la nueve de la mañana con una ‘plantada’ en el Paseo del Óvalo. Un total de 28 comparsas pertenecientes a 24 poblaciones asistieron a la cita: 5 de Huesca, 12 de Zaragoza y 7 de Teruel. Fue, según señalaban los organizadores, "la más multitudinaria de este tipo de manifestaciones que se ha hecho hasta ahora". La localidad de Alcorisa, con una gran tradición tras de sí, trasladó a Teruel la comparsa más numerosa: 13 gigantes, entre los que no faltaron ‘Wences’ y ‘Zuquerero’, figuras bautizadas el año pasado y que representan a dos músicos de la localidad. Zaragoza aportó 12 personajes y la comparsa de Teruel desfiló con sus ocho figuras, cuatro de ellas las más antiguas en activo de todo Aragón, con más de un siglo de antigüedad.

"Ha sido un éxito", señalaba el director de la banda de música tradicional que acompaña a la agrupación turolense, José Manuel Alba. Se encargó de dirigir el baile conjunto que protagonizaron todos los gigantes en la plaza de la Catedral, un reto del que salió airoso interpretando ‘La jota del último toro’ y el ‘Ball de Benasque’, dos clásicos en el repertorio de las comparsas aragonesas.

El espectáculo entusiasmó al público que se apiñaba en las aceras. "Es una pasada", decía Gonzalo quien contemplaba el acto junto a su esposa. "Nunca habíamos visto una cosa así". Admiraron al personaje de Labordeta, con su mochila de trotamundos, un gigante que pertenece a todas las comparsas; aplaudieron con calor las evoluciones del aguacil de Cariñena; y se sorprendieron del bandolero Cucaracha, de la Serreta Negra de Fraga, un muñeco más pequeño que los demás que escupía chorros de agua refrescante a todos los congregados. "Allá donde vamos es siempre el que más gusta", reconocía Raquel, su porteadora.

Numerosos voluntarios

El acto se desarrolló sin complicaciones gracias a la colaboración de diversos colectivos de la ciudad en la organización, según destacaba el presidente de la comparsa de Teruel, Jorge Martín. "No hemos tenido ningún incidente, a pesar de ser la primera vez que organizamos un evento de estas características, gracias a los numerosos voluntarios que han colaborado con nosotros", señalaba el responsable de la agrupación turolense.

En la plaza de San Juan, cada una de las comparsas tuvo su minuto de gloria interpretando una danza con música específica de su localidad. Pedro, el porteador del gigante La Pilara, de Fraga, valoraba positivamente el Encuentro de Teruel. "Es el más numeroso que he visto hasta ahora", confesaba. "Esto es cultura y como tal se tiene que dar a conocer", apostilló.

El Ayuntamiento no perdió la oportunidad de vender el patrimonio de la ciudad, regalando a los participantes reproducciones de tablas de la techumbre mudéjar de la catedral.

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