Una familia sigue aislada por la crecida del Mijares tras el temporal en Teruel

Los dos escolares de los Tarrasones, pedanía de Olba tienen que andar dos kilómetros por una senda para llegar a clase.

Laia y Aran se dirigen por una senda al colegio de Olba ante la imposibilidad de llegar en coche
Laia y Aran se dirigen por una senda al colegio de Olba ante la imposibilidad de llegar en coche
Heraldo.es

Una familia sigue aislada y sin acceso rodado en el barrio de los Tarrasones, de Olba. Los únicos vecinos de la pedanía, una pareja con dos niños, solo pueden salir del pueblo por una senda acondicionada por ellos mismos junto a una acequia. El vado que les permite cruzar el río Mijares con vehículos está sumergido bajo medio metro de agua a raíz de la crecida experimentada el pasado sábado como consecuencia de las lluvias intensas.

Los dos escolares de los Tarrasones –los hermanos Aran, de 6 años, y Laia, de 4– tuvieron que andar este miércoles dos kilómetros por una senda para llegar al colegio. Debido al elevado caudal del Mijares, ni siquiera los todoterrenos de la Guardia Civil pueden llegar a la pedanía. Pascual Barón y Matilde Sotos, los padres de los escolares, consideraron que, tras perder dos días de clase por las lluvias –el lunes y martes–, los niños tenían que volver ya a la rutina escolar y optaron por llevarlos a pie al colegio de Olba.

Pascual explicó que tuvo que reparar una vereda para poder salir del pueblo andando porque había sufrido desperfectos con las intensas lluvias. Matilde la utilizó también a las 06.30, cuando era "completamente de noche", para llegar a su trabajo en Teruel. Anduvo iluminándose con una linterna por un estrecho sendero en el que, "de vez en cuando, aparecen jabalíes". "No me sentía muy segura", reconoció. Aunque, debido al precario acceso al pueblo por el vado del Mijares los cortes de la comunicación para el tráfico rodado son frecuentes, esta vecina se resiste a "asumir como cotidiano algo que no es normal": quedarse aislados cada vez que el río incrementa su caudal.

Matilde y Pascual reivindican, al igual que los vecinos del barrio de Los Ramones, un vado de acceso con mayor capacidad de desagüe para que el paso no se corte con cada crecida del río.

El acceso a Los Ramones, donde residen treinta personas, estuvo cortado desde el viernes pasado por la avenida del Mijares hasta el pasado martes. La circulación se restableció tras una labor de limpieza del acceso con una excavadora contratada por el Ayuntamiento. Los vecinos señalan que, aunque todavía pasa agua por encima del vado, se puede utilizar.

Los problemas de accesibilidad a las numerosas pedanías de Olba son algunas de las múltiples secuelas del temporal del pasado fin de semana, con precipitaciones que en algunos puntos superaron los 200 litros por metro cuadrado –Mosqueruela alcanzó los 211–. La Diputación Provincial de Teruel (DPT) ha recibido 60 solicitudes de ayuntamientos para reparar destrozos causados por las lluvias de la pasada primavera, por las tormentas del verano y por la reciente gota fría.

Vídeo vía @Hardacho. pic.twitter.com/WxhvBP0uVM

— Meteo Aragón (@meteo_aragon) 19 de octubre de 2018

Los pueblos piden ayuda

El presidente de la DPT, Ramón Millán, reclamó la colaboración económica del Estado y de la DGA para reparar los daños derivados de las intensas precipitaciones repartidos por prácticamente toda la provincia. La DPT ha pedido a todos los pueblos un informe con los destrozos sufridos y el importe de las reparaciones. El resultado se remitirá a la Subdelegación del Gobierno en busca de colaboración financiera. Para Millán, si las crecidas del Ebro son acreedoras a las ayudas estatales, también lo debe ser la provincia de Teruel tras los numerosos desperfectos del último temporal. Afirmó que las reparaciones tienen un coste inasumible para la DPT.

Millán reiteró que los bomberos cobrarán la tasa oficial por el rescate de dos vecinos de Andorra que quedaron atrapados en medio del Bergantes el pasado sábado al volcar la barca con la que descendían por el río en plena avenida.

El vicepresidente primero, Joaquín Juste, explicó que la DPT ha recibido 10 solicitudes de pueblos damnificados por la gota fría, pero prevé que en los próximos días llegarán muchas más. Las principales incidencias se refieren a desprendimientos, daños en caminos y taponamiento de puentes. Juste reivindicó el papel de la DPT, porque ha sido "la primera" institución en responder a las necesidades de los municipios.

El pleno de la DPT aprobó una modificación presupuestaria que destina 2,2 millones a un plan de subvenciones que se repartirá entre los 236 municipios de la provincia sin carácter finalista. La partida procede de capítulos que no se han podido agotar en 2018 por problemas "burocráticos" y evitará la pérdida de esta financiación. La misma modificación del presupuesto incrementa hasta medio millón de euros la partida destinada a reparar los caminos dañados por la lluvias y dedica 205.000 a restablecer la comunicación ente Miravete y Aliaga.

Anegado el acceso a los Ramones


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