Los pueblos de Teruel afectados por la gota fría valoran los daños

El presidente de la DPT ha anunciado que están estudiando cómo habilitar partidas económicas extraordinarias para ayudar a los municipios.

El río Tastavins en el Salt de la Portellada.
Teruel, pendiente de la crecida de los ríos Alfambra y Matarraña
Javier Luna (La Comarca)

Los pueblos de la provincia de Teruel afectados por la gota fría del pasado fin de semana han comenzado este lunes a valorar los daños, principalmente en pistas muy transitadas y a causa de los desprendimientos de tierras en carreteras, que continuarán tras secarse el terreno, según la Diputación de Teruel.

Así lo ha explicado el presidente de la institución, Ramón Millán, que ha hablado de que la situación "parece que está controlada", aunque falta trabajo por hacer porque es ahora cuando los municipios, al bajar algo el caudal del agua, están valorando los daños y remitiendo la información a la Diputación de Teruel en forma de solicitud de ayudas.

"Hay pistas muy transitadas, que es el principal daño de los municipios, a las que hay que darles una solución rápida", ha explicado en un comunicado. En este sentido, las brigadas de la institución están actuando en la red de carreteras provinciales con medios propios y a través de contrataciones extraordinarias de empresas de la zona para esas pistas.

En la actualidad, todas las carreteras provinciales están abiertas, incluido el puente sobre la TE-V- 6012 en Riodeva, que permanecía cerrado a primeras horas y que ha podido abrirse tras reducirse el caudal del río, según las fuentes citadas.

Además, Millán ha vaticinado que cuando el terreno se seque se esperan más desprendimientos e incluso "más graves", por lo que las brigadas de la Diputación trabajan al cien por cien.

El presidente ha anunciado también que están estudiando cómo habilitar partidas económicas extraordinarias para ayudar a los municipios a costear la reparación de los daños y que pedirán también a los gobiernos central y autonómico que apoyen económicamente las obras.

"El Estado tiene que echar una mano" ha dicho Millán, al igual que "la echó con las crecidas del Ebro" y es que, aunque "tal vez no sea comparable, los daños son cuantiosos".

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