Entra en servicio la depuradora de Castelserás, que evita vertidos al Mezquín y al Guadalope

Las aguas se limpian en balsas con gravas y juncos, un sistema ecológico pionero en Aragón.

Las balsas con gravas en las que se filtra el agua y al fondo, la localidad de Castelserás.
Las balsas con gravas en las que se filtra el agua y al fondo, la localidad de Castelserás.
Heraldo

Castelserás, con cerca de mil habitantes, cuenta desde este mes con una depuradora de aguas residuales que evita, por primera vez en la historia, que los vertidos urbanos acaben, directamente y sin tratar, en la desembocadura del río Mezquín al Guadalope. Su entrada en funcionamiento ha supuesto, además, el fin de las molestias por malos olores que sufrían los vecinos de todo un barrio que está próximo al punto donde afluían las aguas contaminadas.

Como explica el alcalde de Castelserás, Javier García Calatrava, la depuradora utiliza un sistema ecológico y pionero en Aragón que consiste en filtrar las aguas sucias a través de gravas que se encuentran en distintas balsas. Una plantación de juncos movilizará continuamente, a través de sus raíces, estos filtros de grava para evitar su colmatación prematura y la formación de canales preferentes en el paso de las aguas sucias.

El proceso, de carácter biológico, no requiere de productos químicos ni del uso continuado de energía eléctrica, lo que permitirá un ahorro de un 30% respecto a los gastos que ocasiona la actividad de una depuradora convencional. Según señala García Calatrava, la construcción, a cargo del Instituto Aragonés del Agua, sigue un modelo utilizado en Francia de forma estandarizada para poblaciones inferiores a 2.000 habitantes.

Otras poblaciones de la zona están siguiendo el mismo camino que Castelserás en la depuración de sus aguas a través de sistemas ecológicos, si bien sus proyectos aún no se han hecho realidad. La construcción de una depuradora en Torrecilla de Alcañiz está todavía en fase de licitación y lo mismo ocurre en el caso de Mas de las Matas. En Aguaviva, el proyecto está en proceso de elaboración.

La puesta en marcha de la depuradora, que devuelve al Mezquín las aguas limpias, ha permitido sanear y restaurar para el turismo la zona de confluencia de este río con el cauce del Guadalope, donde se encuentra un antiguo paso, el ‘Gallopuente’, de interés histórico.

Restauración ambiental

Castelserás trabaja desde hace años para hacerse un hueco en el sector turístico apoyándose, especialmente, en el importante patrimonio natural y arquitectónico que posee en torno al Guadalope. El magnífico puente antiguo que salva este río a la entrada del pueblo, en combinación con el paisaje que ha dibujado el agua al moldear la piedra del lecho del río, han dado paso a uno de los lugares más bonitos de la comarca.

El alcalde considera que la puesta en marcha de la depuradora marcará "un antes y un después en la restauración ambiental de Castelserás". El coste de la obra, 700.000 euros, supone, además, la mayor inversión realizada en la población en los últimos 15 años, desde que se llevara a cabo la variante que liberó de tráfico el puente sobre el Guadalope.

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