La gala de Nochevieja: televisión sin límite horario

Es el primer recuerdo que viene a la mente de la gerente de la fiesta de Las Bodas de Isabel de Segura y del entrenador del Club Voleibol Teruel.

Televisión sin límite de horarios ni contenidos vetados. Es el primer recuerdo que viene a la mente de la gerente de la fiesta de Las Bodas de Isabel de Segura y del entrenador del Club Voleibol Teruel, Raquel Esteban y Miguel Rivera, respectivamente, sobre la tele en las navidades de su infancia y más concretamente en la Nochevieja. También las actuaciones del dúo cómico Martes y Trece, conductor de un puñado de despedidas de año en la televisión pública, figuran entre las huellas más profundas en la memoria de los dos interlocutores.

Para Esteban y Rivera la maratón televisiva de fin de año suponía la única oportunidad anual de sentarse delante de la ‘caja tonta’ sin tener fijada de antemano la hora de acostarse. Esteban, de 55 años y nacida en Teruel, recuerda que en la programación televisiva de su infancia "había programas vetados marcados con dos rombos, pero en las nocheviejas uno se podía quedar hasta las mil y trasnochar sin vetos. Era muy divertido".

Miguel Rivera, de 33 años y natural de Madrid, recuerda que se partía de risa con las actuaciones de Martes y Trece que veía de niño en casa de sus abuelos. Reconoce que el dúo humorístico hacía "cosas que no entendía", pero que le "hacían gracia". Ya de adulto, ha recurrido a YouTube para repasar aquellas actuaciones, y "aquellos dos señores mayores haciendo el bobo" que tanto le divertían se han confirmado como grandes humoristas.

El momento culminante de la velada llegaba con las campanadas retransmitidas desde la Puerta del Sol. Hasta 1990, las familias de Esteban y Rivera se reunían para presenciar el acontecimiento en Televisión Española (TVE), la única cadena disponible hasta entonces -también existía el canal UHF, de audiencia testimonial-, una situación muy distinta a la actual, con 34 canales en abierto de ámbito estatal, a los que hay que sumar una miriada de cadenas autonómicas y de pago.

Cámaras en la Puerta del Sol

En su infancia, el entrenador del CV Teruel siempre vio las campanadas "por la tele", a pesar de vivir en Madrid. Ahora, opta por poner el televisor en alguna cadena que emita esta celebración, "pero sin voz" para que no interfiera en la celebración familiar. "Cuando las cámaras enfocan a las campanas, nos agolpamos alrededor de la tele y subimos el volumen para escucharlas", relata el deportista. De aquellas veladas procede uno de sus recuerdos más entrañables. "Todos con las uvas en la mano, tratamos de comerlas como buenamente podemos para seguir el ritmo de las campanadas y luego llegan los besos de felicitación con los granos todavía dando vueltas por la boca", rememora.

El entrenador del CV Teruel podía haber ido a la Puerta del Sol a vivir en persona el momento porque la sede de su fiesta familiar, la casa de sus abuelos, está a solo dos kilómetros de la popular plaza madrileña. Pero la tele le ganó la partida a la celebración in situ.

Raquel Esteban explica que, con los años, la tele ha dejado de tener el protagonismo que tuvo, y las campanadas de fin de año "pasan" de la retransmisión de la Puerta del Sol. Incluso las galas televisivas -a La 1 se han sumado las principales cadenas privadas, como Antena 3, Telecinco y La Sexta- han enmudecido en favor de la celebración familiar. «La tele es muy chula, pero bloquea la conversación», sostiene.

Fan de Tip y Coll

Otros artistas que dejaron huella en el recuerdo de Raquel Esteban fueron los discotequeros Boney M, el incombustible Raphael con su ‘Tamborilero’ o las ocurrencias de los populares cómicos Tip y Coll. Miguel Rivera tiene más presentes las actuaciones cómicas que las musicales, que eran "más para mayores". Esteban y Rivera coinciden en rememorar determinados artistas. Nada extraño porque la gala de TVE, la única hasta los años noventa, se aseguraba una audiencia del 100%, una cuota utópica actualmente con la diversificación de la oferta. En la despedida de 2017, el programa más visto fue la parodia de José Mota en La 1, con un 36,4% del público televisivo. Ganó por goleada a las privadas. La mejor colocada fue Antena 3 con las ‘Campanas de Fin de Año’, con el 17,9%,

Los programas de Televisión Española constituyen parte fundamental del ambiente navideño, sobre todo en las largas nocheviejas, pero también en Navidad. Esteban tiene muy marcados los discursos institucionales que el rey Juan Carlos I cada Nochebuena hacía llegar a todos los hogares. Admite que el contenido de aquellas solemnes intervenciones catódicas le importaba «un pimiento», pero asocia su imagen a las vacaciones navideñas.

También llegaba -y llega- a través de la tele el sorteo de la Lotería Nacional, con el soniquete de los niños del Colegio de San Ildefonso invadiendo todos los hogares. Raquel Esteban tiene aquella musiquilla chillona «metida en el subconsciente» pero no por presenciar el sorteo, que le resultaba aburrido, sino porque se escuchaba por toda su casa durante una mañana entera.

Para el entrenador, la retransmisión del sorteo es uno de los inconvenientes de la Navidad. "Le tengo manía a ese día, no juego a la lotería y no me motiva". Agrega que, al día siguiente ni siquiera ve las noticias porque ya sabe lo que se encontrará: "Imágenes del pueblo donde ha tocado el gordo, champán descorchado y la pregunta típica para los afortunados: ¿qué van a hacer con el dinero?". Un personaje turolense se colaba en todas las casas a través de la retransmisión del sorteo y de las campanadas, Salvador Benítez, más conocido como ‘El Loco del Matarraña’, un republicano que salió vivo de Mauthausen y que cada Navidad se vestía con aparatosos trajes de botones para salir en la tele.

La recta final de los festejos también tiene fuertes ecos televisivos. El despertar del día de Año Nuevo estaba marcado por el concierto de la Filarmónica de Viena y los saltos de esquí de trampolín retransmitidos desde Alemania. Rivera recuerda, que, de pequeño, desayunaba con toda su familia viendo el recital de valses, pero de mayor, cuando despertaba tras una noche de fiesta, apenas podía oír la ‘Marcha Radtezky’, que cierra el programa. La gerente de Las Bodas aprovechaba para practicar ballet, especialidad que practicó de niña. "Escuchaba a la Filarmónica con las zapatillas de punta para ejercitarmeç", explica.

La traca final de la programación televisiva era la cabalgata de los Reyes Magos, de la que ni Raquel Esteban ni Miguel Rivera se muestran entusiastas. Esteban dice que, desde los 6 años, empezó a "sospechar" que todo aquel despliegue tenía algo de tramposo. "Los reyes eran distintos en cada ciudad y aquello no me cuadraba, por muy magos que fueran», recuerda. La decepción fue en aumento al ver «barbas postizas y caras tiznadas de negro". "Trataban a los niños como si fueran tontos. ¡Se lo podían haber currado un poco mejor!", concluye. Miguel Rivera ni siquiera la veía porque prefería asistir a la cabalgata "en persona". "No le pillaba la gracia a verla por la tele", dice.

Mas diluido queda el recuerdo de otros clásicos de la televisión navideña, como los maratones ‘Telepasión’ o ‘Inocente, inocente’, ambos en TVE. La memoria de la programación cinematográfica de estas fechas, con títulos aptos para toda la familia, incluye los incombustibles ‘Cuento de Navidad’ o ‘Solo en casa’. Rivera, aficionado a «toda clase de deportes», recuerda también con nostalgia los partidos benéficos que reunían a viejas glorias del fútbol o el Torneo de Navidad de baloncesto que organizaba el Real Madrid y que, tras una larga decadencia, desapareció en 2006.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión