El Bajo Aragón, consternado, atraviesa el capítulo más duro de su historia reciente

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, consoló a las familias de las tres víctimas y acudió a la capilla ardiente de los dos agentes de la Guardia Civil.

Capilla ardiente, en Alcañiz, de los dos guardias civiles asesinados en Andorra
Capilla ardiente, en Alcañiz, de los dos guardias civiles asesinados en Andorra
Javier Escriche / Jorge Escudero / Efe

El Bajo Aragón Histórico sigue consternado y el dolor permanecerá siempre entre los vecinos. Impotencia, lágrimas y abrazos sinceros e interminables inundaban ayer las calles de una tierra que, aunque está acostumbrada a duros golpes por la falta de oportunidades y el abandono político, nunca podía imaginar una tragedia de esta magnitud. Las familias y amigos de los tres asesinados el jueves por la tarde en el mas del Saso de Andorra vivieron ayer uno de los peores días de su vida.

Los cuerpos de las víctimas llegaron pasadas las ocho de la tarde a las capillas ardientes, tras realizar las autopsias en Zaragoza. Los de los dos guardias civiles, Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero, fueron trasladados al Salón de Cuadros del Ayuntamiento de Alcañiz y el de José Luis Iranzo, ganadero andorrano que colaboraba en el dispositivo de búsqueda de la Guardia Civil, estuvo en el tanatorio de Andorra. Hoy serán los funerales. El de los agentes está previsto a las once en la excolegiata Santa María de Alcañiz y el de Iranzo, a las cuatro de la tarde en la Villa Minera. Cientos de personas acudieron ayer a los velatorios para trasladar el pésame a las familias y para compartir la pena con ellas.

"Era un guardia civil de vocación, desde pequeño lo tenía claro, le encantaba ayudar a los demás". Esta era la frase que más repetían los allegados de Víctor Romero. Aunque su familia se dedicaba a la ganadería, desde pequeño tenía claro que quería entrar en la Benemérita y tenía llaveros y pósters del Cuerpo, al que también pertenece un tío. No obstante, nunca olvidó la tradición y de más joven, e incluso ahora, echaba una mano en la granja familiar. Su vocación la unía con su amor a Calanda, localidad a la que llegó junto a su familia procedente de Terriente –Sierra de Albarracín– cuando cursaba 2º de Primaria. Sus amigos recordaban que tocaba el tambor en Semana Santa y se preocupaba mucho por su pueblo. "Cuando hubo una oleada de robos, vino a investigar, incluso en sus días libres preguntaba para averiguar qué ocurría. Lo suyo era muy vocacional y estaba acostumbrado a la acción, siempre era el primero en intentar solucionar las cosas", recordaba emocionado un amigo de la infancia.

Fueron cientos los vecinos que se acercaron a la capilla ardiente situada en el Ayuntamiento de Alcañiz. También se desplazaron hasta la capital bajoaragonesa muchos familiares de Caballero procedentes de Cádiz, su tierra natal, aunque ya llevaba años afincado en Alcañiz, donde tenía también a su pareja. Los dos agentes recibieron la Medalla de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo, la más alta distinción en un acto de servicio heroico. Se trata de una condecoración que no sólo se otorga a título póstumo y que conlleva una compensación económica para la familia.

En la Villa Minera, los amigos de Iranzo todavía no podían creer lo sucedido. El único consuelo que les quedará, si es que lo hubiese en estos casos, es que José Luis se ha ido haciendo honor a su apellido, el de su padre y de su abuelo, y cumpliendo la misión que defendió a capa y espada durante toda su vida, luchar por mejorar el presente y el futuro de todos los vecinos del medio rural turolense. "Además de lo que era como sindicalista, sobre todo lo que perdemos es un gran amigo. Nos deja un vacío enorme. Una persona comprometida, sincera y que siempre estaba a tu lado", dijo Toño Romé, amigo y compañero de COAG de Iranzo.

El Ministro Zoido, en Alcañiz

Quien también acudió hasta tierras bajoaragonesas fue el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido. Llegó en helicóptero hasta el complejo de Motorland, donde le esperaba Juan Carlos Gracia Suso, alcalde de Alcañiz. Desde allí se desplazaron hasta la Casa Cuartel de la Guardia Civil de la ciudad. Zoido se mostró consternado ante los asesinatos acaecidos en Andorra y condenó de manera rotunda el terrible suceso. "Ha sido un terrible zarpazo para todos los españoles. Hoy es un día para estar con las familias y con la Guardia Civil. Les he trasladado a todas las familias el recuerdo y el abrazo emocionado de los Reyes de España y del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy", señaló.

Zoido destacó la labor de la Guardia Civil en las últimas horas, en referencia a la detención del pistolero alrededor de las tres de la madrugada cerca de la localidad de Mirambel. En este sentido, el ministro aseguró que, pese a que todavía no se conocen todos los detalles de la investigación, el arrestado es el autor material de los tres asesinatos. "Tenía una gran habilidad con las armas y, aunque todavía no tenemos toda la información, yo creo que él es el único responsable de los hechos. Es la persona sobre la que todos los españoles deseamos que caiga todo el peso de la ley", subrayó Juan Ignacio Zoido. Después visitó a las familias de los tres fallecidos personalmente.

También el presidente de Aragón, Javier Lambán, se trasladó a Andorra y Alcañiz para mostrar el apoyo del Gobierno de Aragón a las familias de los asesinados. Primero visitó la Villa Minera y, después, la capilla ardiente de Alcañiz.

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