El aeropuerto se estrena para el aeromodelismo internacional a gran escala

El complejo reúne durante este fin de semana a más de cien pequeñas aeronaves de distintos puntos de Europa.

Un avión a punto de despegar
El aeropuerto se estrena para el aeromodelismo internacional a gran escala
José D. Bey

El aeropuerto de Teruel se ha convertido durante este fin de semana en el escenario del XIV Festival Internacional de Aeromodelismo, una actividad en la que se estrena y que ayer logró atraer a numeroso público de todas las edades que pudo acceder libremente al completo aero-industrial. Un total de 62 pilotos procedentes de diferentes países de Europa hicieron volar a más de un centenar de pequeños aviones construidos a escala, en una soleada jornada que tendrá continuación hoy.

El club Alas Aragonesas de Zaragoza, la entidad organizadora de la exhibición, ha querido con esta actividad comprobar la versatilidad del aeropuerto turolense en este tipo de acontecimientos, así como permitir que Teruel acceda por primera vez a un festival de aeromodelismo. Ha participado la Escuela Universitaria Politécnica, que cuenta con una pequeña sección de este deporte-ciencia.

Durante la primera jornada se pudieron ver auténticas joyas a escala de la aviación mundial; réplicas de míticas aeronaves que surcaron el cielo turolense, en algunos casos, realizando espectaculares acrobacias. Entre los aparatos clásicos voló un Bleriot 11, un monoplano de 1909, en cuyo interior la representación de una figura femenina sirvió para tributar un homenaje a la americana Harriet Quimby, la primera mujer en pilotar un avión sobre el canal de la Mancha.

Un caza alemán

Sobrevoló el cielo de Teruel la réplica del mítico P-51 Mustang, un emblema del aire durante la II Guerra Mundial; o un caza alemán utilizada también en esa misma contienda y todavía en activo, cuyo planeo despertó los aplausos del público. No en balde su piloto, Pedro Muñoz, de Castellón, ha obtenido diversos premios, uno de los más importantes en la prestigiosa competición francesa de Ferte-Alais. "A este avión le llamaban el de las viudas, por la gran cantidad de pilotos que murieron en él", explicaba, tras agregar que su pasión le ha llevado a coleccionar hasta 28 réplicas de aeronaves de distintas épocas con las que ha participado en numerosos festivales.

El presidente de Alas Aragonesas, Juan Civera, destacó el interés del aeropuerto de Teruel para la práctica del aeromodelismo. "Es perfecto –aseguraba–. Estos aviones recorren como máximo 800 metros, pero es tan larga la pista que permite tener un fondo muy amplio".

La envergadura de las aeronaves participantes osciló entre los 2 y los 9 metros, estos últimos los de los largos motoveleros. Se trata de réplicas realizadas a escala 1/1, si bien en la exhibición destacó un Cri-cri que, con 6 metros de envergadura, es idéntico al original, "un avión de construcción amateur", aclaró Civera.

El presidente del club zaragozano hizo referencia al movimiento que genera el mundo del aeromodelismo, un deporte que, según matizó, comienza como "una afición y termina como una pasión". De hecho, la exhibición de ayer concentró a aparatos que alcanzan un coste de entre 20.000 y 30.000 euros. Algunos motores de reactores sobrepasan los 3.000 euros.

La afición a este deporte crece con los años, si bien Civera reconoce que España no está todavía a la altura de Gran Bretaña, el país por excelencia del aeromodelismo. En el festival turolense no participaron ingleses, pero hubo pilotos de Francia, Italia y Portugal, además de españoles procedentes de prácticamente todas las provincias. La afición ha calado también en Teruel, con un club que cuenta con catorce socios. El presidente Pedro Muñoz hacía referencia al cúmulo de conocimientos que concentra este deporte, en el cual es fundamental que el piloto conozca las leyes de la aerodinámica, además de la electrónica, el manejo de la madera y el metal o la interpretación de planos.

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