Un estudio de viabilidad sobre el parque faunístico de Tramacastilla pone de relieve que serían necesarios 20.000 visitantes anuales para situar este complejo, con el que se pretende diversificar la oferta turística de la Sierra de Albarracín, en el umbral de la rentabilidad.

La empresa que gestiona su homólogo en Piedrafita de Jaca, Lacuniacha, es la principal candidata a explotar el parque turolense, unas instalaciones que se construyeron hace quince años y que todavía no han sido estrenadas por falta de fondos. Su gerente, Raquel Betanzas, considera que esta cifra de visitantes es "una incertidumbre, como en cualquier proyecto que se empieza", pero agregó que por el hecho de contar con experiencia en este sector, "la gestión" y el riesgo se simplifican. "Hay que tener en cuenta –aclaró– que disponemos de personal cualificado que se puede compartir".

Raquel Betanzas considera la ubicación del parque de Tramacastilla "fantástica" para albergar fauna ibérica. "Los animales –señaló– estarían en su hábitat". Con 20 hectáreas de superficie, cuenta con recintos de grandes dimensiones para que los ejemplares puedan estar alojados en régimen de semilibertad.

Para el mantenimiento de la infraestructura durante todo el año serían necesarias cinco nuevas contrataciones, personal que se ampliaría durante la temporada alta. La gerente de Lacuniacha explicó que este tipo de complejos está destinado a un amplio abanico de colectivos sociales, si bien destacó el carácter pedagógico que articula la filosofía de la Lacuniacha, uno de cuyos pilares se asienta en su labor educativa.

La Comunidad de Albarracín, entidad promotora del parque faunístico de Tramacastilla, mantiene negociaciones con la empresa que gestiona las instalaciones de Piedrafita de Jaca para definir, sobre todo, la fórmula de gestión más adecuada para las dos partes. La presidenta de la Comunidad –institución integrada por las 23 localidades que forman parte de la comarca– y alcaldesa de Orihuela del Tremedal, Rosa María Sánchez, señaló que la idea de que Lacuniacha, una empresa experta en ese sector, se encargue de la explotación turolense ha sido bien recibida por los municipios de esta zona de la sierra de Teruel. "Ahora –subrayó– tendremos que estudiar si se lleva a cabo o no mediante una sociedad con participación pública".

La empresa oscense estaría interesada en la apertura de un segundo parque en Aragón dedicado a la fauna ibérica como medio para resolver el problema de superpoblación que están sufriendo las instalaciones pirenaicas.

Centro de reproducción

Una de las iniciativas en las que trabaja la Comunidad de Albarracín es la posibilidad de ubicar en el parque de Tramacastilla un centro de reproducción de lince ibérico, una propuesta que se enmarcaría dentro de un programa de conservación de esta especie subvencionado con fondos europeos. Esta actividad y la habilitación de un recinto destinado a la estancia en semilibertad de un oso pardo serían, según destacó Rosa María Sánchez, los dos principales atractivos del centro faunístico de Teruel.

Las previsiones de la Comunidad es que el complejo pueda abrirse al público en la primavera de 2018. Hasta entonces se deben concretar los detalles relativos a su gestión, así como completar la última fase de obras, para la cual ya se han destinado 230.000 euros procedentes del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite). El vicepresidente de la Diputación Provincial, Joaquín Juste, señaló que el organismo, de acuerdo con una encomienda de gestión suscrita con la Comunidad de Albarracín, adjudicará en las próximas semanas la intervención que permitirá poner al día la infraestructura, con algunos desperfectos tras permanecer tantos años en desuso. "La obra tiene que estar concluida en octubre", precisó Juste.