Teruel en Semana Santa, un destino cargado de tradiciones

Cada una de las diez comarcas turolenses vive la Semana Santa de una forma única, con antiquísimas costumbres dignas de conocer.

Paso de Nuestra Señora de la Soledad.
Paso de Nuestra Señora de la Soledad.

El estruendo de los tambores y los bombos es sinónimo de la Semana Santa de Teruel, donde cada una de sus diez comarcas rememora la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de una forma única, en las que las tradiciones y las costumbres se adueñan de cada rincón.

Quizá, las procesiones de la capital turolense sean las más conocidas a nivel regional, pues su carácter solemne y el enclave monumental que recoge el constante desfile de pasos es digno de visitar; lo mismo que ocurre con la Ruta del Tambor y el Bombo, donde el retumbar de la percusión tras Romper la Hora tiene una trayectoria internacional que cada año reúne a cientos de curiosos que quieren vivir junto a ellos estos días.

Sin embargo, son muchos los municipios que conservan antiquísimas tradiciones dignas de visitar y vivir junto a sus vecinos, como las que se encuentran bajo estas líneas.

Cuatro tradiciones turolenses que hay que ver

El Drama de la Cruz, en Alcorisa. Es sin duda uno de los actos centrales de su Semana Santa, pues desde hace casi 40 años protagonizan esta representación teatral de la muerte y pasión de Cristo, en el Monte del Calvario de la localidad, un escenario teatral natural desde el que se puede disfrutar de las alturas de Alcorisa. Los despertadores de Híjar. También conocidos como Los Rosarieros, esta antiquísima procesión recorre el municipio de Hijar cada madrugada del Viernes Santo, en la que las voces de los hijaranos se adueñan de las calles mientras cantan coplas inspiradas en la oración del huerto en la que Cristo pidió a su padre que le salvara de la Pasión. Las enramadas de Berge. Después de los actos tradicionales de la Semana Santa, entre los que cobra especial importancia la emotiva procesión del Santo Entierro, los jóvenes y niños del pueblo salen al campo y traen consigo gran parte del pinar para enramar las casas de las jóvenes. Al día siguiente, se celebra una romería en torno a la virgen de la Peña, donde tiene lugar una degustación de pastas y licores.  El Sermón de la tortilla. Cada martes de Pascua, las calles de Teruel se vacían, pues todos sus vecinos celebran este día una comida en el campo. El origen de esta tradición se remonta a tiempos medievales, momento en el que la Cofradía de Nuestra Señora de la Villa Vieja y de la Sangre de Cristo fue elegida para dar de comer a los vecinos más pobres. Sin embargo, la fiesta se comenzó a celebrar a finales del siglo XX, especialmente después de la Guerra Civil, y tuvo su auge en los años 80 y 90.- Más información en la web 'Semana Santa en Aragón'

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