El Aeropuerto industrial de Teruel cerrará 2016 con uno de los balances más espectaculares de los registrados por empresas gestionadas con fondos público aragoneses en los últimos años. Se han efectuado más de dos mil operaciones aéreas, lo que representa un crecimiento de un 293% con respecto al año anterior. La evolución positiva ha sido significativa en los tres años que lleva funcionando, con un aumento de un 114% durante el primer ejercicio y un 50%, el segundo. El director del complejo, Alejandro Ibrahim, consideró a 2016 un "año récord" para estas instalaciones y aseguró que porcentualmente "es el aeropuerto de España que más crecimiento en operaciones aéreas ha experimentado".

Buena parte de la actividad la ha centralizado la empresa Tarmac, la filiar de Airbus que es la principal concesionaria de la infraestructura aeroportuaria turolense. Concretamente, su negocio, basado en el estacionamiento y mantenimiento de aviones, así como en el reciclado que ha iniciado recientemente, ha representado el 17% de las operaciones llevadas a cabo este año en el aeropuerto. En total, ha realizado 358.

Como ejemplo del dinamismo que está registrando el complejo, la estación de repostaje de que dispone ha suministrado 2,5 millones de litros de combustible, frente al medio millón del año pasado.

Alejandro Ibrahim señaló, no obstante, que el capítulo que mayor repercusión ha tenido en el cómputo global es "el de la aviación en general, de ejecutivo". En el mismo, figuran las actividades relacionadas con el entrenamiento de la tripulación y la formación de alumnos. Al margen de la escuela de pilotos británica Flying Time Aviation, con oficinas en el aeropuerto de Teruel, las instalaciones turolenses han acogido a estudiantes en prácticas de 8 escuelas españolas, como las de Cuatro Vientos (Madrid), Valencia o Andalucía.

Sesenta aviones de media

Además de ser demandado como escenario para la grabación de anuncios publicitarios, con un total de 30 spots en los tres años de funcionamiento, en el aeropuerto se han efectuado 60 pruebas de motores, un ensayo que se lleva a cabo para el mantenimiento de aviones poniendo los sistemas de propulsión a la máxima potencia.

En la plataforma aeroportuaria descansan ahora sesenta aviones, si bien el momento álgido fue el mes de febrero, cuando se llegaron a concentrar hasta 85 aparatos.

Con 160 puestos de trabajo generados en las diferentes empresas que se ubican en las instalaciones, el consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, considera el balance del aeropuerto turolense en 2016 "muy positivo, además de sentarse las bases para su futuro crecimiento". A su juicio, la llegada este año de la escuela de pilotos o la ampliación de las instalaciones con un nuevo hangar "son indicadores muy positivos de un aeropuerto cuyo modelo de negocio es un referente a nivel internacional".

Como reto para el próximo año, destaca la instalación de un sistema de aterrizaje instrumental (ILS), con objeto de poder operar desde el aeropuerto las 24 horas del día con independencia de las condiciones climatológicas que se presenten. Actualmente, los aterrizajes se realizan exclusivamente por aproximación visual, un gran inconveniente, a juicio de los directivos de Tarmac, que han reclamado al Consorcio que gestiona el aeropuerto un sistema de radioayudas como requisito imprescindible para seguir expandiéndose.

Alejandro Ibrahim señaló que los trabajos para la implantación de un sistema instrumental por satélite, la última tecnología existente en esta materia, ya se han iniciado, por lo que se espera que pueda estar operativo en 2017. De hecho, explicó que se están acometiendo trabajos de infraestructuras en pista, como balizamientos. "Todo depende ahora de la tramitación administrativa", subrayó.

Otras de las actuaciones previstas para 2017 se centrarán en la ampliación de infraestructuras, con nuevas edificaciones y el acondicionamiento de una plataforma de estacionamiento frente a los hangares.