La masiva afluencia de turistas a pueblos con piscinas naturales obliga a regular los accesos

Los Ayuntamientos de Aguaviva y Beceite se sienten desbordados por la avalancha de visitantes en agosto.

El puente de Cananillas, en Aguaviva, es uno de los espacios naturales que en verano se llena de bañistas llegados de distintos puntos, como muestra la fotografía.
La masiva afluencia de turistas a pueblos con piscinas naturales obliga a regular los accesos

El creciente interés por el turismo fluvial ha hecho que algunos municipios de la provincia de Teruel despidan el verano con la firme decisión de planificar el acceso de visitantes a las zonas de baño naturales para el próximo año, a fin de evitar los colapsos que han sufrido en los últimos meses.


Desde el Ayuntamiento de Aguaviva explican que el pasado mes de agosto, especialmente los días 13, 14 y 15, el río Bergantes a su paso por la localidad se llenó de bañistas, hasta el punto de generarse una situación "desbordante". En concreto, se registraron graves problemas de aparcamiento en el paraje conocido como Cananillas.


El alcalde de Aguaviva, Aitor Clemente, señala que ahora llegan visitantes de toda España a lugares que antes solo eran frecuentados por vecinos de la comarca. Estos espacios, por tanto, no están preparados para acoger a tanta gente. La notoriedad que ha adquirido la zona tras la lucha vecinal contra la construcción de una presa en los dos últimos años y la saturación de otros espacios naturales, serían, a juicio del Ayuntamiento, los motivos por los que el Bergantes se ha visto tan concurrido durante todo el verano.


Con el objetivo de prevenir situaciones similares el próximo periodo estival, desde el Consistorio comenzarán a trabajar en un plan que regule la afluencia y evite la masificación. "Además de evitar una sobresaturación del río en ciertos momentos, regular el acceso quizás posibilitaría la creación de varios empleos dedicados a la limpieza y mantenimiento de la ribera", declaró el alcalde. Para los vecinos de Aguaviva –en la comarca del Bajo Aragón–, la mayor preocupación es "seguir disfrutando de un río limpio".


El primer edil de Aguaviva se mostró partidario de abrir un proceso participativo para encontrar la mejor solución al problema, pero "sin perder el espíritu del río". Además, apeló a la colaboración de todos los visitantes para mantener el Bergantes en buenas condiciones.

Solicitarán ayuda


También el Ayuntamiento de Beceite –en la comarca del Matarraña– se siente superado por la afluencia de visitantes que registran las zonas de baño naturales de su entorno durante el verano. De hecho, pedirá ayuda a la Subdelegación del Gobierno en Teruel para que la Guardia Civil se refuerce y actúe en fechas concretas en las que se sabe de antemano que va a haber un incremento de turismo.


Y todo ello pese a que Beceite ya controla desde 2009 la entrada de visitantes, pues ese año implantó un acceso regulado para vehículos a motor en los parajes del Parrizal y la Pesquera. Aunque este verano el precio de los tiques se ha doblado –ha pasado de 4 a 8 euros para coches y de 1,5 a 3 para las motos–, la afluencia de turistas ha seguido en aumento.


El Ayuntamiento de Beceite calcula que el pasado agosto el término municipal llegó a acoger a más de 5.000 personas –diez veces la población habitual–, una cifra difícil de asumir por una localidad con calles muy estrechas y pronunciadas cuestas. Ante esta avalancha, el Consistorio reclamó la colaboración de la Guardia Civil para poder cerrar al tráfico el casco urbano.


Algo similar ocurrió en Lledó, donde hay una piscina natural en el antiguo azud del río Algars que cada año recibe más bañistas. El Ayuntamiento ha tenido que comprar un solar para duplicar la capacidad de la zona de aparcamiento.

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