Los pueblos mineros amenazan con recrudecer las protestas si no se quema carbón nacional

La mesa por el futuro de la minería celebró ayer una asamblea en Ariño ante los despidos producidos en el sector. Los vecinos y agentes sociales de la comarca comenzarán las movilizaciones con una concentración el día 26.

La nueva asamblea en defensa de la minería generó gran expectación en Ariño.
La nueva asamblea en defensa de la minería generó gran expectación en Ariño.
María Quílez

La mesa por el futuro y la reindustrialización de la comarca Andorra Sierra de Arcos, formada por agentes políticos, sociales, empresariales y vecinos, está dispuesta a llevar hasta el final las movilizaciones para defender la continuidad del sector en la provincia. Para ello, ayer se decidió, en una asamblea convocada en Ariño y a la que acudieron un centenar de personas entre trabajadores y vecinos de la localidad, iniciar el día 26 un calendario de acciones de protesta, con las que piden, en primer lugar, que el Gobierno priorice la quema del carbón nacional para la producción de electricidad.


La mesa decidió reunirse de urgencia la pasada semana pese a haber acordado, tras las elecciones, retomar la actividad en septiembre. Los movimientos en las subcontratas mineras en los últimos quince días y las rescisiones constantes de puestos de trabajo han alarmado al sector.


La primera de las movilizaciones del día 26 consistirá en una concentración ante las puertas de la central térmica de Andorra, con objeto de reclamar de Endesa inversiones que garanticen la continuidad de este centro de trabajo. El calendario proseguirá el día 29, aprovechando una reunión con la consejera de Industria y Economía, Marta Gastón. Ayer se acordó fletar autobuses para que los vecinos de las comarcas mineras puedan acompañar a la delegación que se entrevistará con Gastón hasta el Pignatelli. «Sabemos que el mes de agosto es inhábil para muchas cuestiones pero no queremos estar parados. Empezamos a movernos en febrero y tenemos que mantener la tensión porque el futuro de los puestos de trabajo y de los pueblos de la comarca están en juego», dijo el alcalde de Ariño, Joaquín Noé.


Con ánimos crispados, los asistentes a la asamblea aprobaron, asimismo, recrudecer las movilizaciones en el mes de septiembre en caso de que la Administración no aporte soluciones. Entre otras acciones, se barajó la posibilidad de convocar manifestaciones y llevar a cabo cortes de carretera y encierros.

Pérdida de empleo

En total, más de 20 trabajadores han perdido su empleo en apenas dos semanas y hasta final de año serán más de 30, sin contar con la reducción de puestos de trabajo en la zona que supondrá el cierre de la mina de interior de Ariño en diciembre. Concretamente, cinco trabajadores del grupo Villajos Jiménez iniciaron el 1 de agosto sus vacaciones y ya no volverán a trabajar. Además, seis empleados de Maessa tampoco regresarán al lavadero de carbón después de agosto. Asimismo, a partir del día 12 se prescindirá de seis personas de la contrata Tayser y de cuatro trabajadores de Bailón, donde se prevé también una reestructuración de la plantilla. En esta última empresa, los dos únicos trabajadores que quedan serán despedidos en diciembre.


Así se van confirmando los malos augurios para el sector minero-eléctrico: la paulatina desaparición de las subcontratas que operan en la mina de cielo abierto de Ariño. A esto se unirá en diciembre el mazazo que supondrá el ya anunciado cierre del pozo de interior, por lo que la comarca de Andorra-Sierra de Arcos atraviesa uno de sus momentos «más críticos».


La actividad está prácticamente parada tanto en las minas como en la central térmica de Andorra, donde la producción ha caído en picado con respecto a años anteriores ante la falta de demanda eléctrica.


Como eje central del problema figura el incumplimiento por parte del Gobierno central del Plan del Carbón, lo que está provocando que no se respeten los porcentajes de producción de carbón nacional establecidos inicialmente. De hecho, ayer se destacó que el 25% de la electricidad que se produjo en España en 2015 se generó con carbón, mediante la quema en las centrales térmicas de 22 millones de toneladas, de las cuales solo 3 fueron de mineral nacional, el resto de importación. Antonio Montoyo, responsable de minería de CC. OO., señaló que con solo 5 millones de carbón autóctono al año «sería suficiente para mantener la actividad actual en las cuencas mineras». Antonio Planas, del mismo sindicato, se refirió al futuro que todavía tiene esta fuente de combustión en otros países europeos: «En Alemania se quemaron en 2015, 150 millones de toneladas frente a las 22 de España».


Piden que el nuevo Gobierno central tome medidas para garantizar la producción y el consumo del carbón español.

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